Festejan al libro 'más raro' de la literatura mexicana

Con una edición conmemorativa el Colegio Nacional celebra el aniversario de una obra muy importante en la literatura mexicana

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La edición conmemorativa de 'Farabeuf', publicada por El Colegio Nacional se apega fielmente a la de 1965; sin embargo, incluye un nuevo epílogo y varios textos que explican de manera amplia la obra. (Imagen Twitter: ElColegioNacional)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Salvador Elizondo (Ciudad de México, 1932-2006) escribió su obra Farabeuf o la crónica de un instante pero se negaba a publicarla. Animado por sus amigos, accedió a ello y apareció en noviembre de 1965; ese mismo año, con ese texto, ganó el Premio “Xavier Villaurrutia”, uno de los más prestigiados en la historia de la literatura mexicana.

A 50 años de su irrupción en el mundo de las letras en español, Farabeuf tiene una nueva edición, definitiva, contundente, una suerte de cierre de un ciclo mágico y maravilloso, debida a El Colegio Nacional. “Sobre esa obra se ha escrito y se va a seguir escribiendo mucho; pero esta edición conmemorativa seguramente marca un referente”.

Así se expresó, en entrevista con Notimex, Alejandro Cruz Atienza, director editorial de El Colegio Nacional y responsable de esa publicación. Por principio, aclaró una duda que ha permeado el pensamiento de los lectores a lo largo de medio siglo, sobre el género en el que se inscribe esta obra compleja que, no obstante, ha subyugado a miles de lectores.

¿Farabeuf se inscribe en el género de novela? “El autor no la definió como novela. Él y la crítica la calificaron como un ‘artefacto literario', un experimento estético literario con una estructura muy rara. Lo que Elizondo buscaba y así lo dijo en 1992 en Cholula al dar su explicación definitiva del origen de la obra, era tener un efecto poético en el público”.

En la comodidad de su oficina donde saltan a la vista libros, proyectos y las herramientas propias del editor literario, Cruz Atienza explicó que “Elizondo fue un escritor de ruptura en México. Creó un experimento muy original, tanto para su época como para la literatura mexicana de sus años, por eso esta es una novela de culto y muy distintiva”.

Subrayó que Elizondo es un autor muy bien valorado, de gran calidad y de lo mejor que ha dado México, pero hacedor de una escritura muy crítica y particular, que demanda un lector igualmente especial que tenga interés por entrar a una experiencia crítica y literaria, más allá de que tenga el deseo de que le cuenten algo, Es decir, pone retos a los lectores”.

Edición de lujo

A nivel textual, la edición conmemorativa de El Colegio Nacional se apega fielmente a la de 1965. “Se enriqueció con el texto, hasta ahora inédito, de la conferencia que él dio en Cholula para explicar la génesis de ‘Farabeuf', y un texto de Paulina Lavista (pareja de Elizondo) y estratega del proyecto, y un epílogo con grandes autores que hablan de la obra.

“Así, además de tener en las manos el texto original de Salvador Elizondo, el lector de esta nueva edición que celebra los 50 años de su primera publicación tendrá en sus manos una colección de testimonios y aproximaciones muy diversos que aportan una lectura más enriquecida para quien se enfrenten a la lectura de este experimento estético literario”.

La portada es nueva también. “Vicente Rojo la diseñó para la edición del 65; ésta, la de aniversario, tiene una portada cuyo color, diseño e imagen tienen cada cual un por qué muy interesante; el libro original tiene una serie de anuncios y detallitos, y el nuevo presenta una tipografía amable, y se reescanearon los símbolos chinos del original”.

Sin embargo, la gran aportación de El Colegio Nacional a esta nueva obra radica en que la edición se presenta en una caja sin desperdicio, con detalles asombrosos por dentro y por fuera. Su contenido es, por un lado, el ejemplar con el texto trabajado en su presentación, que privilegia la lectura, separando de las letras las imágenes que complementan la obra.

Por el otro, incluye un ejemplar, cocido a mano a la manera oriental, con innumerables imágenes. “Es una colección iconográfica, un manual del doctor Farabeuf y las fuentes que uso el autor, con sus firmas, sus fechas, la bibliografía empleada. Además, siguiendo el propio espíritu poético de Elizondo, se complementan y confrontan imágenes y texto.

“Todo está muy pensado. Tanto en la parte editorial como en el diseño. Por ejemplo, en las guardas del libro se recrean las grapas de costura para las heridas que usaba el doctor Farabeuf y en el colofón, está la mosca que aparece en la obra. Por si lo anterior fuera poco, la caja contiene un enorme pliego con ocho vistas (imágenes) del manuscrito original de Salvador Elizondo.

“Son ocho momentos de la creación de esta obra emblemática, donde se advierte el diagrama del departamento donde transcurre la historia del libro, el boceto con el nombre que originalmente llevaría la obra, ‘La quimera', y el manuscrito de la pregunta que da origen a todo: “¿De quien es este cuerpo que hubiéramos amado infinitamente? Y otros instantes como la estrella de mar. Una joya.

(Información de Notimex)

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