Asesinato en el Expreso esperaba repetir el éxito

A pesar de una producción bien armada y con buena estética visual, el filme es lento.

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Como director Kenneth Branagh trata de captar la atención del público con encuadres. (Contexto/Internet)
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Por: Rafael Destúa

En los años 30, J.K. Rowling se llamaba Agatha Christie y Harry Potter era Hercule Poirot, al menos en términos de popularidad. A la fecha Christie se mantiene fuerte, con unos dos mil millones de libros vendidos, sólo por detrás de la Biblia y la obra de William Shakespeare. No es raro que apostaran por regresar a Poirot al cine, pero su arranque es incierto.

Obligado a regresar a Europa con urgencia, Hercule Poirot toma el célebre Expresso de Oriente, un tren que iba de Medio Oriente a París. Apenas la segunda noche, luego de tratar infructuosamente de contratar al detective para protegerlo, un traficante es asesinado al tiempo que el tren queda varado en la nieve y Poirot debe deducir quién entre los pasajeros es el asesino antes que se reanude el viaje.

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Dos veces antes se filmó “Asesinato en el Expreso de Oriente”, en 1974 para el cine y en 2001 para la Tv, la primera de ellas fue un clásico con muchos de los mejores actores de la historia y quizá aspiraban a repetir el éxito. El libreto es casi el mismo, con algunos arreglos para dar variedad étnica a los personajes -originalmente todos blancos europeos.

Como director Kenneth Branagh trata de captar la atención del público con encuadres y secuencias dinámicas para dar movimiento a los largos diálogos que componen la historia, sin embargo esa misma táctica dificulta que se siga quién es quién entre tantos los personajes y una vez confundido es fácil perder interés.

Branagh, maestro del teatro, parece no comprender que el cine no funciona igual. Es notorio en la composición de algunas escenas, donde por lograr un efecto dramático rompe con la lógica visual por completo. La forma en que dirige a sus actores y él mismo protagoniza es también teatral: una entonación un poco más exagerada de los diálogos, mientras que la del cine suele ser más natural.

Irónicamente, el mal director es un excelente protagonista creando un Poirot muy entretenido. Michelle Pfeiffer, Judi Dench, Johnny Depp, Penelope Cruz, Willem Dafoe, Daisy Ridley y Josh Gad, entre otros, completan el reparto.

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