Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO, México.-   La pérdida de tiempo es lo que más duele a Edward James Olmos. A sus 69 años, el actor estadunidense de origen mexicano se asume como un hombre de acción más que de palabra.

Su primer sueño fue jugar beisbol, después coqueteó con el rock, pero el destino lo puso en la industria del cine y la televisión, convirtiéndose en uno de los intérpretes chicanos más destacados de los últimos 50 años gracias a su participación en filmes como Blade Runner, Con ganas de triunfar y Selena. Su actuación más reciente fue en la cinta de animación El americano.

Usted lo mismo es activista que actor. ¿Con qué toma sus decisiones, razón o víscera?

Soy un hombre apasionado y esto a veces trae problemas porque uno no escucha, sino que participa, se involucra en el movimiento. Doy más de lo que recibo. Al momento de decidir trato de hacer un balance entre razón y corazón, pero es muy difícil. Trato de atender a ambos, pero mi padre me decía que siempre llevaba el corazón en mi saco.

Algo le sabía su padre.

Me lo decía por la forma en que me dirigía y trataba a la gente, era un joven a la defensiva, que trataba de defenderse. Su voz y consejo ha sido determinante. Ahora ya no me interesa protegerme de nada.

¿Qué consejo de su padre lo marcó?

Necesitamos entender la vida de manera total, utilizando cada momento para ayudar lo más que se pueda. Hay que ayudar a la familia, a la gente alrededor, en lo que realmente es importante.

También dicen que mucho ayuda el que no estorba…

Es cierto, pero en lo personal he recibido tanto que si no entrego en la misma proporción, mi vida entraría en un desbalance. Cuando la ecuación falla entran los problemas de ego. Trato de estar equilibrado en alma y cuerpo, por eso todos los días como moringa, un árbol que habita el planeta desde hace más de 10 mil años. Viene de la India y tiene tantos beneficios que es la mejor comida en el mundo. Mi mamá tiene 90 años y todos los días lo consume y se siente mejor.

Al margen de sus principios y creencias, ¿en qué se ha equivocado?

He perdido demasiado tiempo. Hay muchas cosas que no se pueden recuperar. Ahora que estoy cerca de cumplir 69 años me entristece darme cuenta de que dejé ir muchos días.

¿Qué ve cuando se mira al espejo?

A alguien que tiene mucha edad, con un pelo muy blanco. Me gusta mi vida y lo que ha pasado en ella, desde mis tres o cuatro años.

¿Qué recuerda de la época de cuando era niño?

Recuerdo muy bien todo y apenas he podido entender cosas que me sucedían cuando era muy pequeño. Una vez que las comprendo me quedo con ellas de otra manera. Me gusta descubrir de dónde y cómo vivíamos, quiénes éramos. Todo lleno de amor, pero no éramos gente rica.

Ahora dígame cuál es el consejo que usted da a sus propios hijos.

Disciplina, persistencia y perseverancia, son las cosas más importantes de este mundo. Las tenemos que aprender porque nadie nace con esto. Son las únicas cosas que pueden ayudar a ser todo lo que alguien puede ser en esta vida.

¿Le afecta la crítica?

La crítica es como el culo, todos lo tienen y todos lo usan. La gente se la vive criticando todo el tiempo.

¿Usted es criticón?

Yo critico a todos, es una pena porque es una forma de malgastar el tiempo. Por eso es tan importante ayudar al de al lado, cuando te entregas te olvidas de criticar. El subconsciente es muy interesante, domina todo. Por eso no me gusta ver películas de horror, despiertan mis pesadillas.