Cecilia Ricárdez
MÉRIDA, Yuc.- Como un momento de historias de cine sin trascendencia califica Xavier Robles, escritor de la película “Rojo Amanecer”, el contexto de la industria cinematográfica mexicana actual, que al tener la oportunidad de exponer temas relevantes sobre México se dedica a las “comedietas absurdas”.

“Ahora el cine no está aprovechando el espacio, algunas películas sí, como El Violín, pero no todas las hacen; estamos en un momento malo que está pasando la cinematografía mexicana, con películas intrascendentes, comedietas absurdas rompiendo éxitos de taquilla, pero esto hay que matizarlo y aclararlo porque los distribuidores y exhibidores son los encargados de darle un lugar al cine de arte y comercial”, expresó.

Respecto a la aportación de su película al séptimo arte destaca que muestra un crudo episodio de la historia que debía ser contado, porque el 2 de octubre no se olvida, a 45 años de la matanza en Tlatelolco. La cinta se proyectó este miércoles en un salón del edificio central de la Uady con presencia de los escritores.

“El 2 de octubre no se puede olvidar por una sencilla razón, ese día se cometió un genocidio, una masacre en la que perdieron la vida más de 200 estudiantes, que se ha comprobado hasta ahora. Fue un ataque a traición, porque mientras los negociadores del movimiento estaban hablando con el gobierno, ya se había dado la orden del ataque. 

Cobardía evidente porque se atacó con tanques, helicópteros, con infantería a estudiantes. Ese día el Ejército asaltó la Plaza de las Tres Culturas y arrasó todo cuanto vio, con apoyo de francotiradores del mismo estado mayor, y otro grupo, los de la brigada blanca, identificada con el guante blanco, que tenían la consigna de capturar a los líderes estudiantiles. Fue una manera absurda, asesina de frenar y acabar con un movimiento estudiantil que reclamaba libertad democrática en 1968, pero no lo lograron”, expresó el autor.

Xavier Robles recordó el contexto de censura en el que grabaron la película, en un proceso de total clandestinidad, y en la que lucharon contra funcionarios del gobierno de Carlos Salinas de Gortari para exhibirla. Lograron la aprobación con censura, pero una copia logró colarse al mercado de la piratería en su versión completa. La cinta obtuvo apoyo de la prensa y la comunidad cinematográfica y fue reconocida con 11 Arieles.