Faride Cetina/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El graffiti es una modalidad de pintura libre, reconocida por encontrarse en espacios urbanos generalmente bajo el término “ilegal”; sin embargo, Ismael Coello Herrera, mejor conocido en el medio artístico como “Pocket”, ha elegido esta forma de expresión como un estilo de vida desde hace 14 años.

El artista fusiona diferentes gamas de color en sus obras, y su anhelo es que cuando la gente se tope con su trabajo expuesto en las calles de Cancún pueda decir: “vale la pena respetar este espacio”.

A sus treinta años, los botes de aerosol se han convertido en una parte importante de su vida y ha pintado muros de la ciudad queriendo dejar ese estilo al que denomina “free style”, en la memoria de los transeúntes. Una de sus obras está ubicada en el cruce de  las avenidas Chichén Itzá  e Industrial.

Su inspiración

La inspiración la ha encontrado en el uso y la fusión de los colores, y lo que pretende en cada obra es darle energía al lugar que pinte. Busca llamar la atención y lograr un golpe visual en la gente que admire su obra, “quizás aunque un grafiti no tenga un mensaje cultural, de valores o algo social, lo importante es que sea agradable a la vista, que cuando la gente pase vea algo bien hecho”.

Pocket se enamoró del graffiti por curiosidad, cuando era niño dibujaba y soñaba con poder pintar pero a gran escala, poco a poco fue adoptando muros y hoy describe que esta modalidad de pintura se ha convertido en parte de su vida.

Cancún no está acostumbrado

“En el graffiti igual te llega la inspiración, a mi particularmente me gusta jugar con los tonos de colores, los imagino combinados y trabajo sobre eso, la mayoría de lo que pinto son letras y aunque el contenido es mínimo, el trabajo con los fondos para lograr una perspectiva diferente, es lo que convierte mi obra en algo artístico”, comentó el entrevistado.

El artista considera que la gente en Cancún, aún no está acostumbrada a la carga visual de este tipo, pues es mal visto vestir con aerosol las paredes.