Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El violoncello dejó de ser el “patito feo” de los instrumentos de una orquesta, ya que aparece en los escenarios de conciertos con la misma brillantez y musicalidad que el piano y el violín, aseguró el maestro Álvaro Bitrán, ejecutante de cello este fin de semana con la Orquesta Sinfónica de Yucatán.

Entrevistado luego de una rueda de prensa en la que el director de la agrupación sinfónica, Juan Carlos Lomónaco, anunció el programa, el músico mexicano afirmó que hoy el violoncello está sobrevalorado en la música, ya que existe un repertorio importante de obras para ese instrumento. 

“Ya es el patito más bonito de la orquesta”, manifestó Álvaro Bitrán respecto de su instrumento de cuerda, también integrante del Cuarteto Latinoamericano de Cuerdas, previo a la presentación del Concierto para Violoncello del francés Edvard Lalo, en el Teatro “José Peón Contreras”, evento que ayer tuvo su primera ejecución y que se ofrecerá también mañana, a las 12 del día.

El músico solista recordó que el insigne cellista español Pablo Casals (1876-1973) le dio preeminencia al instrumento en las salas de concierto del mundo. Desde su muerte en 1973, año en que murieron los otros dos famosos “Pablos”, Pablo Neruda y Pablo Picasso, se han creado múltiples conciertos.

“En las salas de concierto, el público admira a los ejecutantes de piano y violín, pero afortunadamente el cello ya ocupa un lugar importante y la muestra es que son admirados grandes cellistas como Yo Yo Ma, Mtislav Rostropovich y los mexicanos Carlos Prieto e Ildefonso Cedillo”, indicó el instrumentista.

Sin embargo, Álvaro Bitrán, ganador del Grammy Latino en la categoría de “álbum clásico”,  reconoció en la entrevista que es difícil el mundo de los concertistas, ya que es una élite que se dedica únicamente a su instrumento, de una personalidad propia, y no es llamado frecuentemente a tocar en las salas de concierto, por lo que prefiere integrarse al Cuarteto Latinoamericano de Cuerdas.