Agencias
MÉXICO, D.F.- El teatro mexicano tiene que apostar por obras cada vez más divertidas, interesantes o reflexivas, pues no solo se enfrentan a la competencia entre producciones, sino que otros espectáculos, como los conciertos de artistas o bandas internacionales han acaparado el mercado, al menos esa es la percepción de un sector de los productores mexicanos, entre ellos Alejandro Gou, Tina Galindo y Rubén Lara.

“Yo no creo que sea la cuestión económica la que desfavorezca al teatro, sino que hay muchos eventos extranjeros al mismo tiempo. Yo creo que fue un año regular, hicimos Los insignificantes, Yo miento, tú mientes, todos mentimos. Hicimos lo de Laura Flores (Soy mujer, soy invencible y estoy exhausta), que le fue regular, también Pasiones peligrosas, según publica Milenio.

“La competencia siempre es sana, pero sí hay demasiados eventos y hay poco dinero, la gente va a lo que más quiere ver, como los conciertos. Cuando yo hacía Las cabronas, la gente iba, por eso tenemos que hacer mejores proyectos, más interesantes”, señaló Lara.

Del mismo modo, Alejandro Gou considera que siempre se están enfrentando al trabajar en teatro a diversos factores, pero que la única forma de atraer a la gente es con puestas en escena que sean impecables.

“Siempre es una competencia que se presenten grupos internacionales, pero también están las redes sociales, la computadora. Estamos siempre luchando contra el clima, contra el tránsito. Pero aseguro que cuando haces un buen espectáculo, el sol sale para todos”, dijo el productor.

"La única forma de atraer a la gente es con puestas en escena que sean impecables"

En su balance del año, Tina Galindo considera que el 2012 fue buen para la producción teatral.
“Nos ha ido bien, sí ha bajado la asistencia cuando hay eventos, como cuando vino Madonna, pero son los jóvenes los que se van a esos shows, y que no necesariamente son nuestro público. Amor, dolor y lo que traía puesto ha tenido un buen recibimiento”, señaló al referirse al montaje que presenta con las actuaciones de Silvia Pinal, Susana Zavaleta y Diana Bracho.

La importación de obras es un tema que ha sido cuestionado, ya que se considera que la dramaturgia mexicana ha tenido, y tiene, grandes exponentes, pero los productores revelan que otras son las problemáticas que los han llevado a traer obras del extranjero, pues afirman que son los últimos en enterarse de los proyectos nacionales que cumplan con sus necesidades.

“La Sociedad General de Escritores Mexicanos (Sogem) no apoya al teatro. Yo sé que Argentores, que es la asociación argentina, tiene un trabajo muy distinto con sus obras. Yo hablo a la Sogem y pregunto por una obra y me dicen: ‘No te podemos prestar el libreto, tienes que venir a leerlo aquí’, ¿así cómo te va  a motivar?

“Si estoy comprando una obra de Neil Simon, además del libreto, me mandan su currículo. Quieren hacer todo para promocionarlo. Aquí, los autores mexicanos no se sienten parte de la Sogem, ahora no sé ni quién está dirigiendo. No hacen juntas con los productores para decir: ‘Miren, está libre está obra, en vez de comprar esta obra de Londres, vean esta que es mexicana y es parecida’. Nadie inventa el hilo negro, pero si no la conozco no hay nada qué se pueda hacer”, dijo Gou.