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Estados Unidos.- En ocasiones ser del todo consecuente con tus discursos, ideas o principios puede ser difícil, más si eres uno de los herederos de la corona británica. El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle han pasado unos días en Ibiza, a donde volaron desde Londres en un avión privado, fletado sólo para ellos y su hijo, Archie.

Y ha sido Ken Wharfe, quien fue el guardaespaldas de la princesa Diana de Gales durante casi diez años, el que ha puesto voz a algunos sectores críticos con la joven pareja.

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En unas declaraciones hechas a Vanity Fair USA, Wharfe aseguraba que "francamente, es hipócrita". "Harry no puede estar predicando sobre los efectos catastróficos del cambio climático mientras vuela alrededor del mundo en avión privado. Está muy bien ponerse de pie y predicar, pero que el público verá esto como hipócrita. ¿Por qué poner otro avión en el aire cuando se puede viajar en uno comercial?", reflexionaba el exguardaespaldas.

Y es que la pareja real siempre aboga por luchar contra el cambio climático y han encabezado esa lucha por la sostenibilidad en numerosas ocasiones.

Para el guardaespaldas ser miembro de la realeza británica y viajar en un avión comercial no está reñido, puesto que cuando él protegía a Lady Di "la mayoría de los vuelos que tomamos fueron comerciales en British Airways", incluso en las "numerosas vacaciones que tomamos en el Caribe con Diana, Guillermo y Harry".

No ha sido la única voz crítica. El co-director del Centro de Búsqueda de Energía de Reino Unido y fundador del Partido Verde, Paul Ekins, aseguraba que con esos vuelos privados lo que hacen es "devaluar la causa a la que apoyan" porque hacen "declaraciones personales sobre el cambio climático y deberían ser conscientes de su propia huella de carbono".