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ESTADOS UNIDOS.- Kim Kardashian sufrió preeclampsia en sus dos embarazos, en el primero de ellos le fue diagnosticada al final del embarazo y le informaron de que tendría que dar a luz lo antes posible, para evitar posibles complicaciones, sin embargo lo que ella hizo tras la noticia, impactó a sus seguidores.

De acuerdo a Quién, Kim pidió a sus médicos que le aplazaran el parto y aunque parezca increíble, lo hizo para ¡pintarse las uñas!

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Resulta que Kim le había pedido a su amigo Jonathan Cheban que la acompañara a su salón de belleza favorito para que la depilaran y le pareció una pena que, no poder terminar de arreglarse haciéndose una manicura y una pedicura. En lugar de preocuparse ante la posibilidad de que su bebé naciera antes de lo previsto, ella convenció a sus médicos de que aplazaran un poco el parto inducido que le habían programado de urgencia.

"Llevaba las uñas pintadas de oscuro porque todavía estaba en una fase en que solo utilizaba Lincoln Park After Dark [un tono de la marca OPI] o colores borgoña. Entré en pánico porque iba a tener una niña y quería una manicura en un color rosa claro para dar a luz. Le pregunté al médico: '¿Estás seguro de que tiene que ser ahora mismo? ¿No podrías darme dos horas?'. Por suerte, me dio permiso", ha recordado en el podcast 'FoodGod: OMFG' de Jonathan.

Las otras principales preocupaciones de la celebridad era que le diera tiempo a hacer una rápida visita al autoservicio de McDonald's, porque tenía un antojo terrible de uno de sus sándwich de desayuno, y que su marido Kanye West, que en ese momento se encontraba en Europa, regresara rápido a su lado para ver nacer a su primogénita. Por suerte, todo salió bien y pudo dar la bienvenida a North acompañada del rapero y con el estómago lleno.