Los Fabulosos Cadillacs arman la fiesta en el Estadio GNP Seguros
La banda argentina convocó a 65 mil asistentes, quienes disfrutaron de dos horas de música y recuerdos.
Con la energía y el estilo que los caracteriza, Los Fabulosos Cadillacs ofrecieron la noche de ayer un espectáculo memorable en el Estadio GNP Seguros, siguiendo la tradición de sus aclamados conciertos, como los del Palacio de los Deportes y el Zócalo de la Ciudad de México el año pasado.
En esta ocasión, la banda argentina convocó a 65 mil asistentes, quienes disfrutaron de dos horas de música, recuerdos y fiesta.
El repertorio estuvo compuesto por temas emblemáticos del León del Ritmo Tour, que los ha llevado por América Latina y Estados Unidos.
El estadio GNP se convirtió en una fiesta gigantesca con Los Fabulosos Cadillacs regresó para conquistar CDMX como parte de la gira “El León del Ritmo”. 🎶 ✨
— Mr. Indie (@_MrIndie) November 23, 2024
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La noche comenzó con "Manuel Santillán, El León" y continuó con clásicos como "Demasiada Presión", "Carmela" y "Siguiendo la Luna".
Vicentico, con su inconfundible voz, capturó al público desde el primer momento. Su inseparable bastón, usado como accesorio escénico más que por necesidad, acompañó sus movimientos mientras cantaba y bailaba.
"Nos da una alegría inconmensurable estar aquí con ustedes. Gracias", expresó el cantante.
Flavio Cianciarulo, en el bajo y la segunda voz, saludó con entusiasmo al público mexicano:
“¡Hola, México! ¿Qué onda?”.
La conexión entre la banda y la audiencia fue palpable, especialmente con temas como "La Luz del Ritmo" y "Calaveras y Diablitos", que llevaron la energía de la noche a su punto máximo.
El viaje musical abarcó desde los inicios con “Bares y Fondas” (1986) hasta temas de “La Salvación de Solo” y “Juan” (2016).
A Vicentico y Flavio se unieron los veteranos Fernando Ricciardi (batería), Mario Siperman (teclados), Daniel Lozano (trompeta) y Sergio Rotman (saxofón), así como las nuevas generaciones representadas por Astor Cianciarulo (hijo de Flavio) en la batería y el bajo, y Florián Fernández (hijo de Vicentico) en la guitarra.
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El público, una mezcla de generaciones, se entregó por completo. Desde veteranos con playeras de la banda hasta jóvenes con camisetas de la Virgen de Guadalupe.
Los momentos acústicos de "Basta de Llamarme Así", "Gallo Rojo" y "Soledad" ofrecieron un respiro antes de retomar la intensidad.
La noche cerró con una explosión de energía gracias a "Carnaval Toda la Vida", "Mal Bicho", "El Satánico Dr. Cadillac" y "Matador".
Finalmente, "Vasos Vacíos" marcó el desenlace de una velada épica, con Flavio luciendo una máscara de luchador como homenaje al espíritu festivo mexicano.
Con información de Reforma
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