Estas ‘voces’ del grunge se suicidaron o murieron por sobredosis

El más reciente es el caso de Chris Cornell, cuyo fallecimiento fue confirmado ayer.

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El suicidio o las drogas se 'han llevado' de este mundo a grandes vocalistas del grunge. (Milenio)
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Agencia
Ciudad de México.- Este jueves se confirmó la muerte por suicidio de quien fuera vocalista de Soundgarden y Audioslave, Chris Cornell. Con su fallecimiento, suman ya cuatro íconos del grunge que han dejado este mundo, ya sea por la llamada "puerta falsa" —Kurt Cobain y Cornell— o por sobredosis —Layne Staley y Scott Weiland.

A continuación, una breve semblanza de las voces del grunge, según una recopilación publicada por el portal web Milenio.com.

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Kurt Cobain (1967-1994)

El nativo de Aberdeen, Washington, y líder de la emblemática banda Nirvana es quizá el estandarte del grunge. Su voz rasposa, su estilo particular de tocar la guitarra —con influencia de las disonancias del punk—, su abierta relación con las drogas y su polémica postura vital le dieron un lugar estelar en la escena musical de los años 90.

El 8 de abril de 1994, su cuerpo fue encontrado en su casa, con rastros de heroína y diazepam en su organismo, y una escopeta apuntando hacia su barbilla. El electricista que lo encontró declaró que sólo notó un hilo de sangre saliendo de su oreja. Las autoridades estimaron que Cobain había pasado tres días en ese estado, y desde entonces la causa de fondo de su muerte —calificada como suicidio— ha sido fuente de diversas especulaciones y teorías.

Layne Staley (1967-2002)

Staley fue el frontman y vocalista de una banda fundamental en la historia de la música grunge, Alice in Chains, que fundó con el guitarrista Jerry Cantrell en Seattle en 1987. Inscritos en la ola que marcó de modo indeleble la escena musical de los 90, Staley destacó por su particular estilo vocal, entre nasal y rasposo, y las armonías que lograba con su compañero Cantrell. Staley siempre batalló contra la depresión y contra su adicción a las drogas.

El 19 de abril de 2002, el 911 recibió una llamada de emergencia e irrumpió en la casa de Staley. La escena era terrible: el cantante, que pesaba sólo 39 kilos ya, estaba ahí sin vida, junto a una porción de cocaína y unas pipas de crack. Se estimó que su muerte se produjo el 5 de abril, un día después de que el bajista de Alice in Chain, Mike Starr, había pasado tiempo con él y lo vio en un estado terrible. Siempre se ha arrepentido de no haber hecho nada para salvar la vida de su amigo.

Scott Weiland (1967-2015)

Seguramente habrá muchos puristas que se pregunten qué hace este hombre aquí, ya que, estrictamente, el grunge provenía de Seattle y no de Los Ángeles. Sin embargo, su trabajo como cantante de los Stone Temple Pilots habla por sí mismo y rebasa las fronteras geográficas. Al frente de los Pilots, Weiland cosechó éxitos como "Vasoline", "Creep" y "Plush". Sus álbumes reflejaban su personalidad cambiante y un tanto caótica, con grandes abismos de desesperanza y desolación, que contrastaban con cúspides energéticas y contestatarias.

Como muchos otros cantantes de su generación, Weiland libró una tremenda batalla contra su adicción a diversas drogas. El 3 de diciembre de 2015, su cuerpo fue hallado sin vida en el autobús que lo llevaba de gira junto con su grupo The Wildabouts, a consecuencia de un paro cardiaco. La policía encontró una dosis pequeña de cocaína en el lugar donde halló sus restos. El médico legista que examinó su cuerpo dictaminó que su muerte había sido causada por una sobredosis accidental de drogas, al haber mezclado cocaína y MDA —tenamfetamina— con alcohol. Tenía 48 años.

Chris Cornell (1964-2017)

El último en este desfile fúnebre es el cantante de Soundgarden, Temple of the Dog y Audioslave. Poseedor de una voz potente y con un rango impresionante, Cornell destacó desde casi el principio de su carrera como uno de los puntales del grunge.

Hasta ayer las autoridades de Detroit habían dictaminado que la causa de su muerte fue el suicidio por estrangulamiento. Unas horas después de su último concierto en el Fox Theatre, Cornell se habría colgado en el baño de su cuarto de hotel. Su esposa, sin embargo, sostiene que Chris no daba signos de estar deprimido o de haber tenido pensamientos suicidas. Habrá que esperar los resultados de la autopsia.

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