Faride Cetina/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- De carácter sociable y alegre Gabriela Alba González, motivada por una de sus tías que se dedicaba a la música de forma profesional, empezó a estudiar la flauta transversal desde los once años. Su inquietud la llevó a pisar escenarios como el palacio de bellas artes y el palacio de los deportes en el Distrito Federal.

La artista nació en el núcleo de una familia con la habilidad musical y artística desarrollada por generaciones; por lo tanto, mientras estudiaba su último grado de primaria, la secundaria, preparatoria e incluso la licenciatura, empezó sus estudios musicales hasta tocar en una agrupación local perteneciente a un programa de orquestas infantiles y juveniles.

Trae la música en las venas 

“Desde muy pequeña estuve familiarizada con la música, quizás por eso ahora cuando tomo mi flauta y la toco, puedo transmitir como me siento y expresar musicalmente hablando, un mensaje de paz, fortaleza, amor, descanso e incluso liberación”, comentó Alba González al respecto.

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Las vueltas de la vida hicieron que a sus 24 años tocará por última vez en el teatro de la ciudad de México con la orquesta filarmónica juvenil, para luego abandonar el instrumento de viento unos ocho años, viajar a la ciudad de Cancún por una oportunidad laboral y retomar su antigua pasión apenas hace tres años.

“Nunca pensé volver a tocar, en mi mente solo tenía la intención de trabajar pero tras mi llegada a Cancún, las nuevasoportunidades, mis aspiraciones, expectativas de la vida y una madurez no solo fisiológica sino incluso con el instrumento, pude hacerlo de nuevo”, expresó.

Integrante de un grupo musical cristiano 

Alba está convencida de que hay algo en lo más profundo de su ser que necesita ser expresado, y compartió que por medio de la flauta logra comunicarlo. Actualmente forma parte de un grupo musical cristiano llamado “Vino nuevo”, y con ellos toca desde melodías contemporáneas hasta piezas improvisadas que surgen de lo más profundo de su interior.

La artista compartió que la música le ha dado muchas experiencias y satisfacciones, y que sus principales musas de inspiración son la ternura que Dios muestra hacia todos los seres humanos, el mar, el sonido del viento y todo lo creado para poder habitar en este lugar.