Martha López/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La noche del viernes se hiso realidad un viaje al pasado en Mérida gracias a la voz de tres mujeres que lograron que más de tres mil personas se transportaron a los años ochenta, en el Coliseo Yucatán.

Ilse, Ivonne y Mimí, mejor conocidas como Flans, lograron reunir a varias generaciones en su concierto, y así demostraron que su música sigue vigente en el gusto del público de todas las edades, pues aún los más jóvenes redescubrieron sus canciones con su último disco Primera Fila, que da nombre a esta gira.

Lo más notorio fue la energía que demuestran en el escenario pues no dejaron de bailar y derrochar alegría.

Además, hicieron un concierto 'cercano' a la gente: Ilse y Mimí se mezclaron entre la gente para cantar al unísono. Ivonne por su parte reiteró su admiración por nuestra cultura ancestral, al decir que "tenemos que aprender de la sabiduría maya, ustedes son ejemplo para México".

Abieron Me gusta ser sonrisa, un popurrí de sus primeras canciones Uhm, ah, oh, Mosquito Bilingüe y Rufino.

Siguieron Tiraré, (1988); 20 millas, (1986); Alma Gemela, El no es un rocky, del disco Hoy por ti mañana por mí, Esta noche no, y los nuevos temas incluidos en Primera Fila, Yo no sería yo y Quédate a mi lado.

Las versiones acústicas de Pecesito y Desde la trinchera, interpretadas por Ivonne, demostraron la calidad vocal de la cantante. De sus carrera como solistas Mimí cantó Finge que no y por su parte Ilse, We we.

Además de que el público pudo admirar de cerca a sus artistas, disfrutó de una colección de momentos televisivos que vivieron las integrantes, en programas de la década de los ochentas y noventas. Bromearon entre ellas, interactuaron con sus músicos y staff y mostraron alegría por estar en un escenario.

La primera pausa del concierto la realizaron con una "despedida" al cantar Corre corre, éxito de su tercer disco Luz y sombra, momento en el que el público pidió el regreso del trío; inmediatamente 'respondieron'  con un video, el que aparecieron algunas fans yucatecas cantando Bazar. 

Flans regresó al escenario para cantar el tema emblemático con el que se dieron a conocer en 1985. En ese momento todos se pararon a corear y bailar el tema que permanece como un ícono de la música pop mexicana, seguidamente el tema "Las mil y una noches", causó un efecto de acompañamiento más sentimental. 

El gran final llegó con No controles, momento en el que se realizó una coreografía masiva de los pasos que hicieron bailar a toda una generación.

Al final, Flans obsequió tres muñecas de tela, representaciones en caricatura de ellas, al público de la zona del ruedo del Coliseo.

Cada una lanzó un recuerdo material al público, pero para cada uno de los asistentes dejaron un momento especial que seguirá vivo en el recuerdo de los fans.