Faride Cetina / SIPSE 
CANCÚN, Q. Roo.- A las 20 horas con 40 minutos de la noche del viernes se dio la tercera llamada para que iniciar el concierto de la Orquesta Sinfónica de Cancún, “Carmina Burana”, quien en esta ocasión tuvo como invitados especiales al Coro Sinfónico de Cancún, al Coro Vivaldi, al director Alfredo Ibarra y a solistas locales como la soprano Laura Chuc, el tenor Noé Garrido, y el barítono Miguel Ángel García.

Los intérpretes salieron a escena minutos después de que el director titular de la agrupación Gerardo Tlapa, se presentara en el escenario con micrófono en mano, primeramente dar las buenas noches, agradecer de manera especial a todos los asistentes por haber ido a verlos y escucharlos, y para para sugerirles que el aplauso lo dejaran hasta el final de la obra.

La presentación duró aproximadamente una hora con cinco minutos, y fue ejecutada por los instrumentistas y entonada de manera magistral por los y las coristas que fueron desde niños hasta adultos mayores.

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En entrevista previa el director invitado expresó en primera instancia que se sentía muy agradecido con todo el equipo de trabajo que estuvo involucrado en el montaje de esta obra, desde el patronato, hasta el coro, coro infantil, orquesta y solistas, ya que poner tantos elementos para hacerla fue un gran esfuerzo, por lo que además de agradecimiento sentía el deber de reconocer ampliamente la labor del Patronato para la Cultura y las Artes y la disposición de todos los participantes.

Por su parte, la maestra Laura Chuc, representante del coro infantil Vivaldi, expresó que para ella y sus alumnos es muy importante participar en una obra como ésta, que requiere de una orquestación bastante nutrida, ya que a su parecer les ofrece a los niños una experiencia que no olvidarán el resto de su vida.

El público se mostró contento y disfrutó de principio a fin cada parte de la obra, y lo demostró al ponerse de pie y aplaudir por alrededor de tres minutos a los protagonistas de la noche, quienes también fueron invitados por el director Ibarra a ponerse de pie y hacer reverencias al público como muestra de agradecimiento.