Al ritmo de la batuta, 60 mujeres hicieron historia en Cancún

La Orquesta Sinfónica de Mujeres de México dio su primer concierto en esta ciudad.

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La Orquesta Sinfónica de Mujeres de México se presentó ante el público por primera vez, en el Festival Internacional de Música de Cancún. (Jesús Tijerina/SIPSE)
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Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Dulce, gloriosa, sublime. La música se apoderó de la sala transformándolo todo y a todos. Ahí estaban ellas, 60 mujeres vestidas de elegante negro, con el rosa mexicano en su rebozo de seda, y el alma abierta, dispuesta a hacer sonar cada instrumento al ritmo que marcara la batuta. 

Es realidad el sueño, la Orquesta Sinfónica de Mujeres de México ha hecho historia. 

Anoche Cancún vibró lo que nunca: la emocionante celebración del concierto inaugural del Festival Internacional de Música Cancún 2016.

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La directora de orquesta, Beatriz Fernández Ancejo, y cada una de las mujeres en el escenario, incluida la solista, Liem Chaviano, directora artística de la agrupación, lograron la ovación de un público que agradeció de pie, no sólo la calidad interpretativa sino la intensidad y la maestría gozosa con la que surgió la música, un extraordinario repertorio que fue creciendo en el ánimo del respetable público hasta desbordarlo en una sonrisa de orgullo.

Han pasado 46 años de historia de la ciudad, 42 años de que Quintana Roo se convirtió en Estado Libre y Soberano, y en un día tan importante como el 8 de octubre: “Esta es la primera vez que se escucha en la ciudad un concierto como éste”, coincidieron las decenas de músicos que, desde hace más de dos décadas, han ido sembrando en el destino las semillas de un festival posible sólo con el alma grande y generosa de quienes saben creer en los sueños que transforman vidas y hacen posible reescribir la historia.

La Overture Ruslan and Ludmilla de Mikhail Glinka, el Concierto para flauta, arpa y orquesta 2do movimiento de Mozart, la Overture Romeo and Julieta de Tchaicovsky, la Suite Española de Albeniz Fruhbeck, el preludio La Revoltosa de Chapí y el vibrante cierre de Huapango, de José Pablo Moncayo, lograron su cometido: un extraordinario y memorable concierto que convocó a más de 400 personas.

“Amar la música, amar un sueño, amar a un país, amar a la juventud y a la niñez de México, es el porqué de este Festival Internacional de Música Cancún 2016”, fueron las palabras de Juan Poch, presidente honorario del FIM Cancún 2016, durante el protocolo inaugural. 

Hoy Victoria García, Verónica Saucedo y Daniel Peñalver, así como los muchos colaboradores y patrocinadores de esta iniciativa lo confirman: un evento de esta naturaleza es, en efecto, un gran acto de amor.

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