Pablo Milanés se adueña de la Plaza Grande
El cubano demostró las hechuras poéticas que han caracterizado su larga trayectoria musical al abrir la edición 2015 del FICMaya.
Joel González/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La trova yucateca, reina musical de la Plaza Grande, cedió anoche su imperio a la trova cubana, uno de cuyos míticos exponentes, Pablo Milanés, se confirmó como un experto en el arte de combinar el barroco, la esencia cubana del son y el guaguancó.
Con una escenografía minimalista y un público ávido de escucharlo, Milanés, de 71 años, salió al escenario cerca de las 21:00 horas para abrir la edición 2015 del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya), en una noche fresca, con amenaza de lluvia.
La reflexión, la protesta, el recuerdo y la añoranza fueron parte del espectáculo de un Milanés, quien junto con Silvio Rodríguez y Amaury Pérez, han trascendido de versos profundos y simbólicos, y se han anidado en la cultura general de la música en español.
En una fresca noche, el oriundo de Bayamo, Cuba, demostró las hechuras poéticas que han caracterizado su larga trayectoria musical que evocaba, en cada verso y cada estrofa, el sabor de los instrumentos típicos de la Perla del Caribe, como las representativas maracas, las percusiones de esencia amaderada, el violín y los teclados que le tiñeron la atmósfera meridana con un toque especial donde se desprendían sonidos de trova y de jazz.
Con sus interpretaciones y su peculiar color de voz el músico cubano hizo olvidar como por arte de magia los problemas viales que causó desde anoche la instalación de la tarima. Cientos de personas se congregaron en el corazón de la capital yucateca desde cuatro horas antes del concierto, pese a la llovizna que los empapó.
Temas ya clásicos de la música de canto nuevo como Yolanda, El breve espacio, Para vivir, De que callada manera, Yo no te pido, La vida no vale nada y Dónde andarán, movieron las fibras más profundas de los yucatecos.
"Encantando de volver a esta ciudad, vamos a cantar canciones menos conocidas y también más conocidas, pasemos una noche agradable, entre amigos", adelantó el músico antillano a manera de introducción.
El cantante incluyó en su repertorio canciones como En saco roto, El final de una verde mañana y el bolero combinado con chachachá: Ámame como soy, que fueron otras de las melodías muy aplaudidas por la audiencia.
No faltaron, para deleite de los presentes, Son para despertar a una negrita, pieza dedicada a su hija Nostalgia, Matinal, El tiempo implacable que pasó, entre otras.
Después de casi seis décadas de trabajo, el cantautor ha grabado más de 47 discos y ha participado en numerosas grabaciones colectivas.
El cubano es uno de los compositores contemporáneos al que mayor número de artistas le han grabado temas.
Desde su primer disco, que apareció en 1973, titulado Versos de José Martí, el cantautor cautivó al público, pasando por su disco Yo me quedo, de 1982, del cual sale una de las canciones más emblemáticas de Milanés, Yolanda, la cual fue grabada en múltiples versiones, por diferentes intérpretes, y sigue siendo una de las favoritas.