Rafael R. Deustúa/SIPSE

CANCÚN, Q.Roo.- La clave de un filme de suspenso radica en dosificar la información que recibe la audiencia, se dice lo suficiente para mantener el interés del espectador, mantener su incógnita, pero no tanto como para que deduzcan el final. El equilibrio de esos datos es lo problemático, si dices demasiado la gente adivina lo que pasará y pierde el interés, pero si dices demasiado poco, da la impresión de que no ocurre nada en pantalla... y también se desinteresan, lo cual ocurre a "Poderes Ocultos".

 

La Dra. Matheson (Sigourney Weaver), con su ayudante el Dr. Buckley (Cillian Murhpy), son las máximas autoridades en desentrañar misterios"paranormales", apoyados en sus conocimientos científicos. Su reputación es impecable hasta que el legendario psíquico Simon Silver (Robert De Niro) sale de su retiro, mostrando capacidades asombrosas que la misma Dra. Matheson se rehusa a desmentir.

 

Rodrigo Cortés, español, es el guionista y director de ésta cinta, quizá la más importante en su corta carrera. Su planteamiento es muy atractivo, con una historia que se enfrenta a todas las que han explotado el fenómeno paranormal en los últimos años y le da la inteligente variante de tener el punto de vista de los escepticos. Sin embargo, su historia no tenía material suficiente para un largometraje, por lo que la desarrolla con excesiva lentitud, para pesar de la audiencia.

 

Mientras que en la primera hora de película tenemos el planteamiento de la historia, hay un largo período de la segunda mitad donde el director deja de dar información, si estuviera hablando podríamos decir que balbucea, con lo cual pierde también el interés. Esa situación hace que el final, bien pensado, pierda el valor que tiene.

 

Las actuaciones son destacadas, en particular la de Cillian Murphy, quien se consolida como uno de los actores de más calidad pero menospreciados por la industria. Weaver y De Niro muestran su clase, como siempre, con un trabajo sólido, mientras que Elizabeth Olsen cumple a secas, pues el director no consigue definir su personaje.

 

Técnicamente la cinta se apoya mucho en la edición de sonido, desde las clásicas notas agudas y graves que provocan suspenso en la audiencia, a los golpes repentinos para el susto fácil. Cortés maneja la atmósfera de la cinta como si se tratara de un filme de terror, pero no sólo no lo es, sino que abusa de los elementos y satura la narración.

 

En general un filme que bien puede esperar para verse en casa, un fin de semana de ocio.