Agencias
ATLANTA.- Diego Rivera y Frida Kahlo llegaron como pareja a Atlanta para la exposición que más obras reúne de ambos hasta la fecha.

"Frida & Diego: pasión, política y pintura" se inauguró el jueves y permanecerá abierta hasta el 12 de mayo en el High Museum of Art de Atlanta, único recinto estadounidense donde se presentará, informa Associated Press.

Con más de 120 piezas, se trata de la más grande muestra conjunta de la famosa pareja de pintores mexicanos, que según el museo incluye un 25 por ciento de los cuadros de Kahlo.

Separados por estilos

Rivera y Kahlo estuvieron casados casi 25 años, en un matrimonio apasionado y turbulento por igual, pero pocas veces se presenta su arte en conjunto por la gran discrepancia que se percibe en sus estilos, dijo el curador Elliott King.

"Lo que se trata con esta exposición es unir a los dos artistas, hablar sobre el contexto que compartieron, las influencias que los unieron como pareja -su compromiso compartido por México, la política en la que coincidían, su compromiso con la revolución marxista- y creo que es una historia que no se ha contado completamente porque los dos han sido vistos por separado", dijo.

Cuando se casaron en 1929, Rivera era un pintor de fama establecida y había pintado más de 200 murales sobre la historia mexicana con grandes toques nacionalistas por encargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Su personalidad extrovertida ampliaba aún más su celebridad.

Kahlo era prácticamente desconocida como artista cuando se conocieron y tenía pocos años de haber sufrido el grave accidente que le rompió la columna vertebral y le impidió tener hijos. Era muy reservada y usaba formatos pequeños para plasmar las duras emociones por las que pasaba.

Al entrar en la exposición, una fotografía ampliada de la pareja recibe a los visitantes. Kahlo está mirando a un lado; Rivera, detrás de ella, mira directo a la cámara sobre el hombro de la artista.

"Creo que una de las cosas más interesantes de esta exposición es la historia de estas personas, y consideramos que esa fotografía lo plasma", dijo el director de colecciones y exposiciones del High, David Brenneman.

En una pequeña galería justo detrás de esta foto pueden verse autorretratos de ambos artistas y un retrato que hizo Kahlo de Rivera.

Diego Rivera

La muestra tiene un orden más o menos cronológico, así que en la primera parte predomina la obra de Rivera, quien era 20 años mayor que Kahlo. Durante su juventud, entre 1907 y 1921, Rivera viajó a Europa, donde se hizo amigo de Pablo Picasso, Georges Braque, Amedeo Modigliani y Henri Matisse. También experimentó con el cubismo y con el postimpresionismo antes de regresar al realismo, que era más cercano a sus raíces.

Al volver a un México transformado por la revolución comenzó a hacer sus murales, que mezclaban tradiciones indígenas y populares. El High incluyó dos reproducciones de esas piezas superando uno de los mayores retos de la muestra, según King, pues los originales no se pueden retirar de sus emplazamientos.

"El arsenal" es uno de los murales comisionados por la SEP reproducidos en la muestra. En él Kahlo aparece vestida con una camisa roja entregando armas a un grupo de obreros, con una bandera soviética en el fondo reflejando las ideas del marxismo.

"No creo que se pueda apreciar la grandeza e Diego sin los murales", dijo King, quien consideró que el impedimento para presentarlos terminó por ampliar las posibilidades de exhibir una selección de sus más de 1,000 pinturas en óleo.

"Aunque es más conocido por sus murales creo que también era un gran pintor de óleos, así que es refrescante que la gente lo pueda apreciar de esta forma", añadió.

Estancia en EU

Poco después de que se casaron, la pareja de artistas vivió tres años en Estados Unidos, donde Rivera recibió encargos para pintar en San Francisco, Detroit y Nueva York. El pintor disfrutaba su fama, pero Kahlo extrañaba México y estaba menos impresionada por el industrialismo y el progreso tecnológico del norte. Una pieza de la época, el único collage que se conoce de la artista, refleja sus sentimientos con imágenes de contaminación y largas filas de desempleados.

En otra sección titulada "El cuerpo vulnerable" la muestra se centra en las imágenes del cuerpo femenino herido que creó Kahlo, incluido el "Hospital Henry Ford" en el que aparece la pintora tras sufrir un aborto cuando vivían en Detroit. La siguiente sala muestra algunas naturalezas muertas de Kahlo, otra importante parte de su obra.

Casi al final, se presentan siete de los famosos autorretratos de Kahlo. En "La columna rota", su torso aparece abierto mostrando una columna jónica quebrada, su cuerpo permanece unido con un corsé ortopédico, su piel tiene clavos encima y sus ojos lágrimas, pero a pesar de todo el dolor, la pintura es cautivante.