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La urna de Candelario Lezama compartirá espacio en el recinto que alberga a otros grandes músicos de este género como Guty Cárdenas o Ricardo Palmerín.
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En ceremonia especial, colocan los restos del trovador Candelario Lezama Herrera en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca

José Salazar
MÉRIDA, Yuc.- Enmarcando la celebración del 71° aniversario de la Sociedad Artística “Ricardo Palmerín”, ayer fueron colocadas las cenizas del compositor y trovador Candelario Lezama Herrera (1904-1974) en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca, ubicado en el Cementerio General de Mérida.

Durante la ceremonia y ofrenda floral, se interpretaron las canciones “Mi Tierra” y “Embrujo”, a cargo del dueto Ricardo y Rodolfo.

 

El acto se realizó en reconocimiento a su valía como destacado compositor y exponente de la trova yucateca. Su urna compartirá espacio en el recinto que alberga a otros grandes músicos de este género como Guty Cárdenas, Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez, Luis Rosado Vega, Luis Espinosa Alcalá, Pastor Cervera, Daniel Ayala y Luis Demetrio, entre otros.

Presidieron el acto, en representación de la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, Erica Millet Corona, el director de Difusión y Promoción Cultural, Luis Antonio Andrade Castillo; los presidentes emérito y vitalicio de la sociedad “Ricardo Palmerín”, Luis Pérez Sabido y Enrique Martín Briceño, respectivamente, quienes acompañaron a los familiares del desaparecido compositor, nacido en la ciudad de Campeche el 22 de julio de 1904.

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Estuvieron presentes la hija del compositor, Adelina Yolanda Lezama Medina, sus nietos Mario Lezama Maury, José Antonio Lezama Maury, Roberto Lezama Zapata, Lorena Lezama Zapata, Juan Manuel Lezama Rosado, Elsy Carolina Lezama Maury, así como Yolanda Carballo Lezama y una de sus bisnietas, Paulina Carmona Carballo.

La colocación de las cenizas del trovador se había programado para la conmemoración del Día del Trovador, en el mes de marzo. Sin embargo, debido a la pandemia de Covid-19 se tuvo que posponer.

En este evento también se entregó la medalla “Ricardo Palmerín” 2020 a los trovadores Ricardo Jiménez y Rodolfo Santos, por su trayectoria de 30 años en la trova yucateca.

En su intervención previa a la colocación de las cenizas, Enrique Martín Briceño, presidente vitalicio de la sociedad artística “Ricardo Palmerín”, comentó que, con este homenaje, los aficionados a la trova yucateca aplauden sin reservas la admisión del autor de “Embrujo” en el recinto del Cementerio General.

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“Candelario Lezama es recordado por este bolero con letra de Humberto Lara y Lara que conocimos por la clásica grabación del conjunto Mérida y que, por sí solo, le daría a su autor el derecho a reposar en este recinto. Pero, el trovador nacido en Campeche en 1904, cuatro años menor que Pepe Domínguez y un año mayor que Guty Cárdenas, fue mucho más que el creador de un gran bolero, así nos lo ha hecho saber Luis Pérez Sabido en su Diccionario de la Canción Popular de Yucatán.

“Como trovador a lo largo de más de medio siglo, Candelario Lezama forma parte de distintas agrupaciones en Mérida y la Ciudad de México y le cupo en suerte participar tanto de la época de oro de nuestra canción, en los años 20 y 30 del siglo pasado, como de la siguiente etapa en la que formó parte de nuestra sociedad “Ricardo Palmerín”, que está celebrando su 71 aniversario. Por su conocimiento del estilo tradicional de ejecutar los géneros yucatecos en la guitarra, fue de quien Judith Pérez Romero tomó el modelo para traducir al piano el acompañamiento del bambuco”, expuso.

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Agregó que Lezama Herrera compuso más de 200 canciones con los más importantes poetas de la trova yucateca.

“No obstante, solo unas pocas canciones más se conservan en la memoria de algún viejo trovador y en el archivo de la orquesta típica Yukalpetén. Algunas no lograron insertarse en el repertorio de nuestros trovadores y no contaron con alguna grabación que las perpetuara, por ello imaginarán ustedes la alegría que experimentamos el maestro Pérez Sabido y yo, el año pasado al recibir en el área de investigación de la Escuela Superior de Artes de Yucatán al ingeniero Mario Lezama, nieto del compositor, con la noticia de que la familia deseaba donar documentos que le pertenecieron, entre ellos, un cuaderno manuscrito que reunía las partituras de 58 piezas del autor de “Embrujo”. Esa libreta significa la posibilidad de escuchar canciones que, si acaso, solo conocíamos de nombre”, detalló Martín Briceño.

“Confío en que a estos versos y esta música que han venido embrujándonos desde hace más de 70 años se sumarán otros ahora que tenemos las partitura para poder volverlos a cantar. Muchas gracias, Mario, Doña Adelina, y demás familiares, por compartir estas canciones con nosotros y gracias también a Candelario Lezama, ese trovador que, como Pastor Cervera, vivió más que de la trova, del puesto que tenía en el mercado grande. Gracias, Candelario Lezama por el valioso legado que nos deja y por el cual merece estar en este monumento, donde reposará al lado de compositores y poetas que fueron sus amigos y con los que contribuyó a construir ese otro monumento hecho de música y versos, que es la canción yucateca”, concluyó.

Las autoridades y familiares montaron una guardia de honor ante las cenizas depositadas en la cripta, mientras se interpretaban “Las Golondrinas Yucatecas”, de Ricardo Palmerín y Luis Rosado Vega, por el dueto de Ricardo y Rodolfo, las cuales fueron coreadas por la concurrencia.

 

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