Jesús Rangel/MILENIO
MÉXICO, D.F.- Los precios de los medicamentos genéricos para el tratamiento de las principales enfermedades crónicas del país, causantes de 71 por ciento de la mortalidad, bajaron en promedio 60 por ciento para el IMSS y hasta 80 por ciento para particulares que las compran en farmacias.

El ahorro estimado entre marzo de 2011 y diciembre de 2013 es de 19 mil 926 millones de pesos, lo que ha permitido atender a un millón 124 mil pacientes más.

Mikel Arriola, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud, explicó que esto se debe a la liberación de 31 sustancias activas que corresponden a 287 nuevos registros de medicinas genéricas.

La nueva regulación sanitaria busca fortalecer el acceso a medicamentos por parte de las familias en todos los niveles socioeconómicos vía el impulso a patentes, la entrada oportuna de moléculas de otros países, agilizar la tramitología y reconocer los registros de la FDA de Estados Unidos y autoridades de Europa para importar fármacos que no existen en el país, entre ellos genéricos.

Un punto especial es la biotecnología médica, que ya encontró curas a las enfermedades crónico degenerativas que hay en México, aunque a precios muy altos. “Hay que tener todas las opciones”.

Cofepris ha emitido 21 mil 678 registros de insumos para la salud entre marzo de 2011 y el 25 de junio de 2014, con un valor de mercado de 32 mil 517 millones de pesos, un incremento de 14 mil 162 por ciento respecto a 2010. Solo entre junio de 2012 y junio de 2014 se liberaron 11 mil 432 registros, es decir, 457 cada mes, 300 por ciento más de lo que se hizo en todo 2010.

El funcionario informó, además, que lo más probable es que México se convierta en el primer país donde se apruebe el uso de la vacuna contra el dengue en 2015.

“Es una enfermedad transmitida por mosquitos que, por el cambio climático, ya no solo está en zonas de lluvias y calor; ya no es enfermedad tropical y se encuentra en varias partes del país. Es muy costoso enviar casi un ejército de médicos y personal sanitario para nebulizar las zonas donde habita el insecto; con la vacuna se ahorraría muchísimo dinero”, dijo.

Arriola comentó que se implementaron diversos procesos en Cofepris para generar capacidad instalada y resolver el reto de la nueva Ley de Salud, que implicó renovar todos los requisitos sanitarios de los medicamentos (30 mil). “Había un rezago enorme porque la capacidad instalada era insuficiente; ya se renovó la autorización a 22 mil y faltan 600. El resto salió del mercado, alrededor de 840”.

La política internacional que sigue México define que los fármacos no están incluidos dentro de lo que se denomina libre mercado, por lo que para su venta al público, importaciones o exportaciones, requieren del visto bueno de las agencias que certifican la sanidad.

“México tenía un portafolio restringido de medicamentos y con pocos jugadores en el mercado porque los procesos de análisis que aplicábamos eran muy tardados (hasta cinco años). A partir de 2011 impulsamos la política de genéricos una vez que muchas patentes se vencieron y la oferta de otros productores de genéricos se multiplicó.

“En 2010 México estaba a media tabla del análisis mundial en ventas de unidades con una facturación de 30 por ciento. Hoy somos los primeros en el mundo, con 84 por ciento de las unidades y 52 por ciento de la facturación; un producto puede incluso ser fabricado por cinco diferentes empresas para estimular la competencia y reducir los precios”, apuntó.

El titular de la Cofepris destacó que el mayor impacto de precios a la baja está en medicamentos que tratan enfermedades cardiovasculares, con 89 por ciento; oncológicos, con 88 por ciento, y diabetes, con 86 por ciento.

La bicalutamida, que se utiliza para tratamiento oncológico, se redujo en promedio 88 por ciento; la pioglitazona, para diabetes, en 86 por ciento; la clopidogrel, para enfermedades cardiovasculares, en 82 por ciento, igual que la olanzapina para cuestiones psiquiátricas; la montelukast, para enfermedades respiratorias, bajó 72 por ciento, y la donepecilo, para tratamiento neurológico, 58 por ciento, por ejemplo.

De acuerdo con la información, en las licitaciones públicas del IMSS de las sustancias activas liberadas, la caída en precios en promedio fue de 60 por ciento, pero el impacto mayor se observó en enfermedades cardiovasculares con 90 por ciento, diabetes con 91 por ciento y oncológicas con 82 por ciento.

Esta política seguida por Cofepris está alineada con las tres prioridades en salud establecidas por el gobierno para “fortalecer el acceso efectivo y oportuno de la población a un mercado debidamente abastecido con productos seguros, eficaces y de calidad a los menores precios”.

Mikel Arriola precisó: “La canasta de mortalidad de México está integrada en 80 por ciento por enfermedades crónicas de larga vida, persistentes y muy caras. El portafolio de medicamentos ya es más amplio y con mejores precios, y no nos detendremos”.