En Aguascalientes el mando único da resultados

De 2004 a 2009 vivieron secuestros, ejecuciones, levantones y balaceras; hoy los delitos más comunes son robos menores.

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El Secretario de Seguridad estatal, general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, en el Centro de Mando. (plataformadeags.com)
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Erika Flores/MILENIO
MÉXICO DF.- Por ser un estado seguro, el presidente Enrique Peña Nieto eligió Aguascalientes para presentar el programa de prevención contra el delito en febrero. Aquí los presidentes municipales se despreocupan de la violencia e invierten su tiempo en programas sociales, educativos, deportivos u otros que coadyuven a la seguridad pública.

Lo que parece una irresponsabilidad es en realidad el acuerdo base del mando único policial que opera en ese estado desde octubre de 2009 y cuyo modelo debe ser replicado en el resto del país por orden del Ejecutivo, aunque no hay plazo fatal.

Según los aguascalentenses, de 2004 a 2009 vivieron una etapa de secuestros, ejecuciones, levantones y balaceras. Con la instalación del mando único el cambio fue drástico y hoy los delitos más comunes son robos menores, uno que otro homicidio y, aparentemente, el narco desapareció.

La cabeza de mando es el gobernador Carlos Lozano, seguido de su secretario de Gobierno, el procurador y el secretario de Seguridad, Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, quienes comparten la misma información para tomar decisiones.

Como ex militar, Hidalgo Eddy coordina la operación de estatales, municipales y federales, quienes realizan tres labores primordiales. Uno: supervisar con un amplio sistema de cámaras entradas y salidas del estado, carreteras, centrales camioneras, el aeropuerto y cinco penales; de cada probable sospechoso se arma un expediente. Dos: elaborar informes homologados entre policías y ministerios públicos. Tres: mantener comunicación con Plataforma México.

“Sabemos lo que estamos haciendo, aquí todos obedecen las órdenes que se dan desde el centro de operaciones de la SSP. Tenemos la policía mejor pagada del país. ¡Vea nuestros elementos! ¡El único viejo soy yo, el único panzón soy yo!”, dice irónico este funcionario con una carrera de medio siglo y con fama de haber seguido de cerca a El Chapo Guzmán. Casualidad o no, este hombre carga en un bolsillo de su saco varias estampas religiosas que le han sido obsequiadas en su trayectoria; sus protectores son San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe o San Benito.

“¡Ordene, mi general!”

Sentado, en su escritorio, Hidalgo Eddy observa las cámaras que tiene enfrente; son las del centro de operación principal ubicado en el edificio adjunto. Pese a sus 67 años, no se le va una y a la mínima inquietud, descuelga su radio personal para comunicarse con el policía ubicado en el lugar, a quien pide un parte informativo. Si queda conforme, agradece y cuelga. Si no le gusta la respuesta, ordena qué hacer.

Recién llegado al cargo pidió un diagnóstico de las corporaciones. Detectaron problemas de disciplina, orden, impuntualidad y operación, pues la policía estatal funcionaba como un anexo de la policía de Caminos. La primera orden fue aplicar la disciplina militar, luego resolvió el resto. “Homologamos uniformes, procedimientos de operación, armamentos y calibres, pues encontramos pistolas antiguas, de esas de vaqueros”, detalla. Los vehículos fueron cambiados por nuevos; aquí no existen las unidades blindadas o supertanquetas, dice que no son útiles, porque lo que necesitaban eran acciones rápidas e inmediatas como el Ejército.

Este general asegura que todos los policías aprobaron los controles de confianza y que hasta ahora nadie ha sido sorprendido filtrando información. Los radios están encriptados y el sistema de cómputo y monitoreo no puede ser hackeado porque fue instalado por ellos.

Con Hidalgo Eddy llegaron otros dos militares retirados, quienes dirigen la policía estatal y ocupan cargos subalternos: el general Godínez y el coronel Palomeque. Entre los policías hay también ex militares; para el trabajo en calle los policías deben salir en grupo, armados con pistolas automáticas y otras de apoyo como granadas y lanzacohetes.

—¿Cuánto bajó el índice delictivo?

—No soy muy afecto a los números, sino a los resultados. Aquí las personas viven tranquilas, llevamos dos años sin secuestros, no ha habido robo de autos, no tenemos retenes de gente mala y regresaron los empresarios que se habían ido al extranjero. Nissan construye aquí su segunda planta y nosotros hace mucho que ya no ocupamos armas, todo lo que hacemos es prevención. A esta policía lo que le faltaba era cabeza, un líder.

Sábado cualquiera

Tres de la tarde, patio de la SSP, 25 grados centígrados. Policías de negro, armados y con chaleco antibalas, esperan la orden del general para comenzar un operativo por tierra en la delegación Insurgentes, considerada una de las más conflictivas. Al lugar arriban 50 elementos, quienes catean en plena calle a los sujetos que parecen sospechosos. Medio ebrio, Sixto Campos accede a la revisión, abre las piernas y coloca sus manos en la Virgen que está pintada en la pared.

Resultado: ocho detenidos por beber en la vía pública.

Según el INEGI, Aguascalientes tiene 0.3 por ciento de la superficie del país y cuenta con 11 municipios con 1.18 millones de habitantes. La SSP afirma que a diario mil 200 policías realizan trabajo operativo las 24 horas, mientras que la labor de inteligencia reside en la procuraduría de Justicia, a cargo de Felipe Muñoz.

“El Presidente lo conoce bien, era su subprocurador en el Estado de México; le pedí que me lo cediera para trabajar aquí”, cuenta el gobernador Lozano, quien señala que si el mando único existe aquí es porque hay voluntad política. “Los recursos siempre son tentaciones para no trabajar en este mando, pues muchos municipios no quieren ceder el manejo de dinero”, refiere el priista.

El general da otro ingrediente de esta receta que otros estados deberán replicar y cuyos mecanismos legales ya revisa la Secretaría de Gobernación desde el 19 de febrero. “El quid (clave) del asunto es no meternos en la administración ni en el asunto de los dineros, solo en la operatividad” confiesa.

La pregunta es obligada: ¿De verdad el narco salió así nomás, de un mes para otro, gracias al mando único? Las autoridades locales afirman que así fue, pese a su colindancia con Jalisco y Zacatecas. “Es imposible pactar con el narco porque no es una sola persona, sino varias, ¡el narcotráfico es una industria!”, responde el Secretario de Seguridad Pública. Es vox populi que si el estado está tranquilo es porque ahí viven algunos narcotraficantes. Sorprendido por el comentario, Hidalgo Eddy señala: “¡Pues que nos digan dónde, quien diga eso que nos dé la dirección!”

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