Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis Primada de México pidió la libertad del pueblo cubano y reconciliación entre ellos, y oró por el descanso del expresidente y jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro, quien falleció el pasado 25 de noviembre a los 90 años, según informó el sitio web de Excelsior.

El cardenal Norberto Rivera Carrera encabezó las oraciones leídas por laicos durante la misa dominical, celebrada en la Catedral Metropolitana de la capital del país.

"Por el eterno descanso del comandante Fidel Castro Ruz y por el pueblo hermano de Cuba para que encuentre pronto la paz, la libertad y la reconciliación entre ellos", pronunció uno de los lectores.

Asimismo, junto a cientos de feligreses en el templo pidieron por "el fin de las guerras y hostilidades, y por el cambio el cambio en los corazones" para construir juntos la paz en el mundo.

Durante la celebración litúrgica por el primer Domingo de Adviento, el arzobispo primado pidió a la sociedad mexicana "estar atentos a los signos de los tiempos, a no dejarnos atrofiar por el activismo, la ligereza y superficialidad  y la incoherencia".

"No es fácil para nosotros entrar en este dinamismo del Adviento, en este dinamismo de la historia de la salvación sobre todo cuando se tienen los ojos oscurecidos por la superficialidad, las manos ocupadas en la banalidad y el corazón entregado a los placeres", dijo el mitrado.

"Pedimos por el eterno descanso del comandante Fidel Castro Ruz y por el pueblo hermano de Cuba para que encuentren pronto la paz, la libertad y la reconciliación entre ellos", anotó durante la misa dominical.

De igual forma, Rivera Carrera llamó a los fieles católicos a prepararse para la venida del señor, al recordar que el inicio del tiempo de adviento es un momento propicio para prepararnos espiritualmente.

Rivera Carrera dijo a los fieles que deben vivir atentos a los “signos de los tiempos”; a no dejarse atrofiar por el activismo, la ligereza, la superficialidad y la incoherencia; a despertar a la fe con responsabilidad personal y social.

“Nos alarmamos ante la plaga moderna de la depresión, pero seguimos fomentando un estilo de vida agitado, superficial y vacío”, resaltó el prelado.