Guadalupe Cadena/Miram Castro/Milenio
MÉXICO, D.F.- Tal vez usted cuenta con automóvil en buen estado, le gusta manejar y conoce la ciudad. ¿Ha pensado en poner a trabajar ese coche y ganar hasta 40 por ciento más que un taxista regular?.

Esta es la oferta que plantea el servicio de taxis o choferes particulares, contratados a través de aplicaciones móviles, un modelo de negocio relativamente reciente en el país.

En México ya existen varias firmas, entre ellas Cabify México, Easy Taxi, Uber y Yaxi, que están en crecimiento y que compiten por una participación de mercado.

Ricardo Weder, director general de Cabify México ―empresa española que en nuestro país solo opera en el Distrito Federal― explica el funcionamiento del sistema: un usuario ingresa a la APP para solicitar un chofer y la misma herramienta le informa al operador más cercano en qué domicilio recogerlo y a qué destino llevarlo. El cliente paga el viaje con tarjeta de crédito.

“Nosotros ofrecemos servicios de conductores privados para nuestros usuarios particulares y corporativos, y tenemos un proceso muy estricto de selección de los conductores, que consiste en exámenes toxicológicos, psicométricos, de conocimiento de la ciudad y de habilidades de conducción, entre otros. Además, se les da capacitación de varios días”, de modo que no cualquier persona puede ser chofer, refiere en entrevista el directivo.

Asimismo, los criterios para los vehículos son igualmente cuidados. En la medida en que Cabify promueve dos categorías de vehículos, “Lite” que son sedanes medianos, y “Executive” que son sedanes grandes, las unidades deben tener de dos a tres años de antigüedad, además de que necesitan sujetarse a revisiones mecánicas, de la carrocería y de los interiores.

Bajo este esquema de trabajo, el operador debe contar con un teléfono inteligente tanto para recibir las alertas de los clientes, como para ser monitoreado por la plataforma central con un doble propósito: darle seguridad al pasajero y atender alguna solicitud del conductor.

Easy Taxi ―que es originaria de Brasil― es otra firma que llegó a México hace tres años y ya se estableció en Cancún, Distrito Federal, Guadalajara, León, Monterrey, Puebla y Querétaro. A diferencia de Cabify, que colabora con conductores independientes, esta empresa hace equipo con operadores que ya poseen una licencia de taxista.

No obstante lo anterior, también se hace una selección de los choferes y se les capacita para profesionalizar la atención al cliente, comenta en entrevista Jaime Aparicio, director regional de Easy Taxi para el Norte de América Latina.

“En la medida en que somos una herramienta que le permite a ese prestador de servicio conseguir más clientes, por cada transacción completada con éxito a través de nuestra plataforma, cobramos una comisión que varía de cuatro por ciento a siete por ciento del valor total del viaje”, comenta el directivo quien añade que las tarifas son mayores a las de taxis regulares.

Jaime Aparicio también refiere que, en general, este modelo de negocio implica que el chofer debe responsabilizarse de las obligaciones derivadas de los vehículos como placas, fallas mecánicas, verificación no contaminante y seguro contra siniestros. Sin embargo, asegura que las ganancias valen la pena, ya que un operador puede ganar de 30 por ciento  a 40 por ciento más de lo que percibía en el esquema tradicional de taxista.

“Además nuestros costos se reducen, ya que al hacer uso del GPS se garantiza que el conductor solamente atiende viajes cercanos a él y los tiempos y distancias de traslado disminuyen, lo que representa un menor costo económico y de tiempo para el conductor”, concluye Aparicio.

La aplicación Uber a la mexicana

Fue en 2012 cuando Juan Jaime Petersen Farah creyó haber encontrado una excelente idea de inversión durante un viaje a Nueva York, cuando usó por primera vez los servicios de Uber.

De regreso a Guadalajara, Jalisco, Juan se dio a la tarea de contactar a esta empresa con la intención de traer el servicio al país, pero ni siquiera le contestaron. Este “desaire” fue el origen de la que hoy es uno de los emprendimientos más populares de Jalisco, CityDrive.

Made in Guadalajara

El proyecto CityDrive empezó a tomar forma en febrero de 2013, cuando Juan compartió su anécdota de Uber con algunos amigos y familiares, entre ellos Luis Petersen Morfín quien se dedicaba a hacer aplicaciones móviles.

“Decidimos hacer nuestra propia aplicación y desarrollamos un prototipo. Sabíamos que Uber estaba funcionando muy bien en otros lugares, pero aquí en Guadalajara no lo teníamos y no sabíamos para cuándo podríamos tener algo así, así que para no esperar a que llegara lo hicimos nosotros”, explica Luis.

Inversionistas cien por ciento tapatíos, echaron a andar City Drive en octubre de 2013.

CityDrive empezó a funcionar en Gudalajara, la capital de Jalisco y aunque la aceptación fue buena, los empresarios se dieron cuenta de que tenían que hacer algunas adecuaciones para que el “modelo de Uber” pudiera funcionar de manera local.

“La gente pedía que los conductores aceptaran efectivo y así fue, pero además hicimos alianzas con algunas empresas para tener usuarios toda la semana, porque CityDrive se saturaba los fines, pero entre semana casi no había demanda”.

Hay muchas empresas que le dan a sus empleados vales de taxi, pero esos vales muchas veces se prestan a prácticas irregulares entre empleados y taxistas, explica Luis, por lo que el uso de esta App “le da certeza a las empresas de que se cobran sólo los viajes que se hacen y las distancias reales”.

Appximetro

A diferencia de la tarifa dinámica de Uber, que dependiendo de la demanda puede incrementar el precio del viaje, CityDrive opera con una tarifa que se calcula de manera muy similar a la de los taxis normales, sólo que en lugar de taxímetro el costo lo calcula la aplicación, con la única diferencia de que manejan una tarifa mínima que depende del tipo de vehículo que elijas, la cual sólo se aplica si al final de tu viaje el costo es menor al de esa tarifa.

Planes de crecimiento

Hasta el momento esta empresa cuenta con un parque vehicular de 150 unidades prestando servicio y la tienda de aplicaciones de Android, el sistema operativo más usado en el país, registra más de 10 mil descargas.

Antes de que termine este 2015 CityDrive estará operando también en  Monterrey, mientras que León, Querétaro y Puebla están en los planes de 2016.

Por el momento la empresa se concentra en diferenciarse del mercado. Con la llegada de Uber en el verano del 2014 la competencia incrementó y CityDrive fortaleció su estrategia de marketing con algunas estrategias como ofrecer una botella de suero en los viajes de fin de semana.

“Es algo que la gente no se espera, la gente se sube y lo último que espera es que le ofrezcan un suero para  bajarse la cruda”.