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CIUDAD DE MÉXICO.- Querer tener el último gadget del momento, comprar una nueva computadora, adquirir el dispositivo más reciente o el que tiene más y mejores funciones, son acciones comunes en nuestro día a día.

A nivel mundial se producen 50 millones de toneladas de desechos electrónicos por año. Según estimaciones, cada habitante del planeta produce, en promedio, tres kilos de chatarra tecnológica por día, informa el portal Televisa News.

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada mexicano produce entre siete y nueve kilos de basura electrónica cada año.

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El hecho provoca que México sea el tercer país que desecha la mayor cantidad de la basura tecnológica en América, después de Estados Unidos y Canadá.

Se estima que para el 2015 se habían tirado aproximadamente 900 mil toneladas de basura tecnológica. Si fueran apiladas llenarían una plancha del Zócalo capitalino por año y, de continuar esa tendencia, cada dos años podría atiborrarse el Estadio Azteca.

Según datos del Instituto Nacional de Ecología de la UNAM, el aumento del volumen de basura tecnológica se ha incrementado desde el 2010.

En ese año, cada mexicano desechaba en promedio entre tres y cinco kilogramos, para el 2015, la cifra se incrementó a nueve kilos per cápita por año.

El daño a la salud... 

Cada año las empresas tecnológicas desarrollan nuevos productos haciendo “obsoletas”, ante los ojos de los consumidores, las versiones anteriores, logrando que se desechen artículos que aun cumplen su función y sin mayor remordimiento desechamos en cualquier sitio cosas como baterías y que causan gran daño al medio ambiente, informa el portal Imagen.

Esta basura está fabricada con compuestos químicos tóxicos y metales pesados altamente contaminantes, por eso es necesario que se reciclen y se procesen correctamente para evitar contaminar el suelo y las fuentes acuíferas subterráneas.

Los aparatos electrónicos están compuestos de cobre, oro y otros elementos que se pueden reciclar y vender fácilmente pero casi nunca con las medidas de seguridad para los trabajadores que hacen esto.

 Los daños en la salud que pueden causar estos contaminantes son varios, el plomo provoca anemia, incremento en la presión sanguínea, daño a los riñones, abortos, perturbaciones del sistema nervioso y disminución de la fertilidad en el hombre.

El cadmio ocasiona diarrea, dolor de estómago, vomito severo fractura de huesos, daños al sistema nerviosos e inclusive puede provocar cáncer.