Agencias
MÉXICO, D.F.- El Programa de Modernización de la Agricultura Tradicional (MasAgro) implementado por el gobierno federal busca aumentar la producción de trigo y maíz, mediante la aplicación de ciencia y tecnología, siempre de la mano con el agricultor.

A sus 35 años de edad el doctor Bram Govaerts, quien obtuvo el Premio Borlaug de Campo 2014 por sus aportaciones a dicho programa federal, tiene la certeza de que el potencial en investigación que el país tenía en los años 60, en estos cultivos, volverá a ser realidad.

En entrevista, el recientemente galardonado en Des Moines, Iowa, originario de Bélgica pero radicado en México desde hace ocho años, aseguró que el potencial es muy grande y los objetivos que tiene el Plan Nacional de Desarrollo en la materia son ciento por ciento alcanzables.

“Y más, el poder llegar, incluso, a producir el 75 por ciento de la necesidad de la nación en esos granos básicos, trigo y maíz, para el año 2020, no es algo inalcanzable, al contrario, el potencial esta ahí”, agregó.

El director del Programa Global de Agricultura de Conservación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMT), cuyas instalaciones se ubican en Texcoco, Estado de México, consideró que es tiempo de que el país esté orgulloso de todo lo que ha aportado a nivel internacional.

“Hay un gran potencial de volver a ser la excelencia en investigación de trigo y maíz, y un reconocimiento de tener la biodiversidad y el acceso a ello”, expresó, al pedir aumentar y acelerar la inversión en el sector.

Comentó que si al menos cinco por ciento de la inversión que se hace en la industria aeronáutica y automotriz se invirtiera en máquinas agrícolas, “podríamos hacer una revolución a nivel de México para hacer una innovación en el campo”.

Refirió que es contrastante viajar de la ciudad de México a Querétaro, pasar por las plantas y compañías aeronáuticas y automotrices, y “te volteas al otro lado y está una máquina agrícola, y si te acercas un poco, es puro fierro, puras tuercas”.

“Es un contraste inaceptable”, dijo, cómo es que cualquier máquina expendedora de refrescos tiene más tecnología que cualquier implemento agrícola, “y no estamos hablando de los grandes productores”.

El líder del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional señaló que para esos pequeños productores que no saben escribir ni leer, “tener tecnología, pequeños implementos, tractores de dos llantas, es cuando pueden hacer un impacto”.

Ante ello, llamó a invertir en el sector, “hablo de invertir porque hay un retorno sobre la inversión, hay un potencial con inversión del sector público, de los gobiernos estatales y federal, pero también hago un llamado a los actores privados que invierten capital y capacidad en este esfuerzo, porque hay un retorno sobre la inversión”.

Expuso que es en el campo donde va a estar el mercado, “ya no hay muchas personas en la ciudad de México que van a poder comprar un celular, porque ya casi lo tienen todos, y donde sí hay un mercado en el cual se puede invertir y aplicar todo, es justamente en el campo”.

Bram Govaerts sostuvo que el trabajo que se tiene en México es innovador, el país con MasAgro es reconocido a nivel internacional como modelo aplicable en otros lados.

Destacó que se labora en todo el país, de norte a sur, con productores de maíz y trigo, ofreciendo a semilleros nacionales más de 20 nuevas semillas para que ellos las puedan comercializar.

“Estamos trabajando con todo el sector semillero y agrícola en el desarrollo de sistemas sustentables, menor uso de insumos, menor uso de fertilizantes; en las zonas muy productivas como Sonora y Sinaloa, usar menos agua; en las zonas del centro y sur, cómo hacer el aumento de rendimiento de una forma sustentable”, explicó.

El joven investigador enfatizó que queda claro que en México las zonas del centro y sur son las que pueden aumentar todavía en sus zonas de temporal esa producción, por ello se está ayudando de manera muy específica cómo incrementar ese rendimiento.

Mencionó que para aportar al desarrollo económico del país, hoy en día se está en 227 comunidades de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

El Premio Borlaug de Campo 2014 reconoció los logros científicos excepcionales en materia de producción e investigación agrícola de jóvenes investigadores, de menos de 40 años, que han demostrado valor, tenacidad y determinación semejantes a los del doctor Norman E. Borlaug en la lucha contra la pobreza y el hambre a nivel global.