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Ciudad de México.- La actividad económica en México empezó el año con el pie izquierdo, ya que en comparación con diciembre la actividad se contrajo en 0.7%, enmarcando la baja más significativa desde septiembre de 2017, cuando huracanes y sismos azotaron al país.

Enero es siempre un mes complicado por la llamada "cuesta de enero", sin embargo, el inicio de 2018 representó el peor enero para la actividad económica desde 2014.

De acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad, la contracción del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) fue el resultado de la desaceleración del sector industrial y la caída del sector servicios, el principal motor de la economía mexicana.

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La rama industrial se mantuvo sin crecimiento al iniciar 2018. A pesar de que la construcción logró un incremento de 0.5%, luego de en 2017 este sector fuera seriamente afectado por las limitadas inversiones públicas y privadas, y las actividades de generación y suministro de agua, electricidad y gas avanzaron 2.0% en este periodo, las manufacturas reportaron una caída de 0.5% a tasa mensual, lo que terminó por frenar la actividad industrial del país.

Al interior de los servicios sólo dos de las nueve ramas registraron avances en comparación con el cierre de 2017.

Los altos niveles de inflación con los que arrancó el año mermaron la actividad comercial, el comercio minorista reportó la mayor caída del sector terciario con un descenso mensual de 2.4%, el más alto desde julio del año pasado. Lo anterior revela una desaceleración en el consumo de los hogares, que representa el principal impulso de la actividad económica del país. A esto se suma que comercio al por mayor hiló en enero dos meses de retrocesos con una baja de 2.1 por ciento.

Los servicios de esparcimiento apuntaron de igual forma una caída de 1.5% respecto a diciembre, que representa la baja más importante para el segmento en un semestre. Los servicios turísticos, los servicios educativos y de salud, además de los servicios profesionales fueron las otras ramas que perdieron dinamismo al empezar el año. Sólo los servicios inmobiliarios y gubernamentales avanzaron en el primer mes de 2018.

A pesar del avance del sector agropecuario de 1.3%, éste no fue suficiente para impulsar la actividad económica de México, dado que su participación es minoritaria.