Civiles armados irrumpen en Zitlala en busca de secuestrada

Los hombres llegaron a la cabecera municipal a bordo de 30 vehículos para exigir la liberación de la esposa de uno de sus compañeros.

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Decenas de civiles armados permanecieron en Zitlala por varias horas. (Rogelio Agustín/Milenio)
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Rogelio Agustín Esteban/Milenio
CHILPANCINGO, Gro.- Durante 18 horas la cabecera municipal de Zitlala vivió el asedio de al menos 300 civiles armados que se desplazaron de las comunidades ubicadas en el lado sur de Chilapa para exigir la liberación de la esposa de uno de sus compañeros, quien aseguran, fue levantada desde la mañana del martes.

Los hombres armados llegaron a Zitlala en un convoy integrado por más de 30 vehículos, la mayoría estaquitas habilitadas para transporte colectivo.

De acuerdo con los primeros reportes de la Policía del Estado, el contingente fue detectado alrededor de las 19:00 horas del martes en el punto conocido como Los Ajos, en la entrada oriente de Chilapa.

Persona militar y de la Policía Federal (PF) les cerraron el paso, entonces los civiles armados, encabezados por José Apolonio Villanueva, comisario de Xiloxuchicán, explicaron que pretendían llegar hasta Zitlala, en donde desde las 10:30 horas del martes había desaparecido la señora Marisol Alejandro Ramírez, esposa de César Cantor Gasparín, integrante de la organización denominada Policía Comunitaria de los Pueblos Unidos por la Paz y la Justicia (PCPUPyJ), radicado en la comunidad de Tlaltempananpa.

Como los militares y policías les negaron el paso, los civiles tomaron una ruta alterna, misma que les permitió alcanzar la salida norte de Chilapa y llegar hacia la carretera que de Acatlán lleva hacia Zitlala.

Aunque los cuerpos federales se movilizaron no consiguieron detenerlos, de tal suerte que alcanzaron la entrada principal del vecino municipio antes de las 21:00 horas del 3 de mayo.

18 horas de asedio 

Durante la noche del martes, en redes sociales se manejó la versión de que por lo menos 300 civiles armados estaban apostados en el arco de bienvenida a la cabecera municipal de Zitlala, frente a ellos, elementos del Ejército Mexicano y personal de la PF formaba una barrera de contención que los mantuvo replegados.

Así pasaron la noche; civiles armados y fuerzas federales frente a frente, aunque desde el primer momento hubo dialogo entre las partes y durante la mañana se sumó a la interlocución personal de la Secretaría General de Gobierno y la Fiscalía General del Estado (FGE), lo que impidió el riesgo de alguna fricción.

Apolonio Villanueva, comisario de Xiloxuchicán, municipio de Chilapa, explicó que en efecto, eran por lo menos 300 hombres que llegaron provenientes de 70 comunidades.

Aunque la jornada del 9 de mayo de 2015, cuando asumieron el control de la cabecera municipal de Chilapa durante cinco días no tenían una denominación concreta, el comisario señaló que ahora ya estaba organizados.

Explicó que ahora integran una organización denominada Policía Comunitaria de los Pueblos Unidos por la Paz y la Justicia, la cual no pertenece a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) ni la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg).  

Indicó que son 70 pueblos incorporados a dicha organización y que están ubicados en los municipios de Chilapa, Zitlala y Ahuocotzingo, debidamente credencializados y que amparan su existencia en la Ley 701.

Indicó que no tienen problemas para encuadrarse en dicha ley, ya que todas sus comunidades son habitadas mayoritariamente por población indígena.

El dialogo con las autoridades derivó en dos acuerdos fundamentales; que en el transcurso del miércoles 4 de mayo, un agente del Ministerio Público del Fuero Común (Ampfc) se trasladaría hacia dicho lugar para recibir la denuncia penal por el secuestro de la señora Marisol Alejandro, de 30 años de edad, lo que se concretizó en términos positivos.

El otro acuerdo consistió en que algunos comisarios recorrerían la cabecera municipal de Zitlala para verificar la zona en que se registró el levantón, con la intención de colectar algunos testimonios.

Apolonio Villanueva manifestó que había preocupación respecto a la integridad de la víctima, pues hasta la tarde del miércoles sus captores no se comunicaban para exigir el pago de algún rescate.

“Todo parece que se trata de una rencilla, algo que tienen contra el compañero porque forma parte de nuestra policía comunitaria”, anotó.

Otro grupo se trasladó hacia la periferia de Chilapa, para revisar un punto en el que se les reportó una fosa clandestina.

Al ser abordado por los medios, el comisario Apolonio Villanueva manifestó que en todo Zitlala, la organización que representa ya tiene 460 elementos, lo que ha generado temor entre los grupos delictivos que operan en la zona.

Aún sin informar lo que se encontró en la fosa clandestina reportada en Chilapa, los integrantes de Pueblos Unidos se retiraron de la entrada de Zitlala después de las 16:20 horas, escoltados por elementos de la PF y la Policía del Estado.

“Les vamos a dar un tiempo razonable para que los federales busquen y encuentren a la compañera, si no lo hacen, entonces nosotros vamos a regresar”, advirtió el comisario de Xiloxuchicán. 

En reiteradas ocasiones, José Díaz Navarro, dirigente de la Asociación Civil “Siempre Vivos”, ha señalado que quienes ahora se asumen como policías comunitarios, pero que tienen su origen en las comunidades de la parte sur de Chilapa, en realidad son miembros de grupos delictivos, a los que responsabilizó de la desaparición de por lo menos 30 personas.

El próximo lunes se cumplirá un año de la ocupación de Chilapa por parte de los hombres armados que llegaron de los pueblos ubicados en la zona sur, los mismos que este miércoles, señalaron que su presencia alcanza pueblos de Zitlala y Ahuocotzingo.

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