El muerto que veneran los priistas

Fue el lugar de reuniones del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, el priista que prometía un cambio radical en el partido y el país.

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El escritorio donde trabajaba candidato presidencial Luis Donaldo Colosio. (Octavio Hoyos/Milenio)
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Israel Navarro/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- En la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hay un espacio en el que se ha detenido el tiempo, desde hace 22 años sus muebles, paredes y símbolo tricolor se han mantenido intactos, se trata de la oficina que perteneció al que fuera candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio.

Ubicada en el primer nivel del edificio Adolfo López Mateos, al igual que la vida y muerte de su más célebre ocupante, un halo de misterio la envuelve, es el cuarto del antiguo teléfono rojo, el que alberga una de las leyendas más famosas del priismo contemporáneo: la caja fuerte del sonorense.

De acuerdo con Socorro Jasso, subsecretaria del Consejo Político Nacional del PRI, el pacto no establecido surgió tras la muerte del aspirante presidencial, el 23 de marzo de 1994, durante la dirigencia de Fernando Ortiz Arana, 15 líderes nacionales han pasado desde ese momento y ni uno se atrevió a tocar el legado de Colosio.

"Es un símbolo para los priistas y lo queremos y lo deseamos conservar por muchos años, cueste lo que cueste. Quien venga la respeta, nadie la viola", enfatizó.

Narró que en 2007, Beatriz Paredes decidió subir un nivel la oficina del presidente priista, dejando la del sonorense para los secretarios de Operación Política.

Desde que se ingresa al piso de la oficina, los acabados y muebles de madera contrastan con las paredes de cristal y muebles de las demás áreas del edificio.

Una gran y gruesa puerta café es la que da la bienvenida, son casi 15 centímetros de espesor, "como las de antes, las de las oficinas importantes, en esas donde se toman decisiones importantes para la vida nacional".

"Él atendía todo el día y una gran parte de la noche; entonces, como recibía a mucha gente y había muchos tratos, muchos temas a discutir, mucha gente dice que por seguridad (eran las puertas tan gruesas). También por seguridad, pero primero era guardar la secrecía, para poder consolidar todos los planes y que todo saliera lo mejor posible, como a él le gustaban las cosas", dijo.

De las decenas de oficinas que hay en la sede tricolor, esta es la única que no ha sido remodelada tras el paso de los años, aquí solo está permitida la restauración que es más costosa, pero que, a decir de la funcionaria priista, vale la pena.

Colosio vive en el ADN del priismo, ese partido que de cara a la elección presidencial de 2018 busca limpiar su imagen de corrupción 

Así, 20 años después lograron contactar a los fabricantes originales del escritorio, mesa de centro y vitrinas de Colosio, para que diera el acabado exacto.

"Estos muebles son los originales. Se logró conseguir al fabricante y él mismo los restauró, les dio el mismo trato que tenían hace ya más de 20 años. Y la importancia, si usted ve las paredes...¿Qué es lo que se les dio? Mantenimiento, mantenimiento nada más", detalló.

Tras el escritorio está un diminuto cuarto que albergó durante varias décadas el famoso teléfono rojo desde donde se podía enlazar directamente con Los Pinos, a las diferentes secretarías de Estado y a las dirigencias de los sectores priistas.

Pero desde el fatal hecho de Lomas Taurinas, en Tijuana, un objeto fue el que atrajo la atención de propios y extraños y detonó una leyenda entre la militancia priista: la caja fuerte de Colosio.

Para muchos, contenía secretos del sonorense, otros más aseguran que fue saqueada, otros más que lleva 23 años cerrada; sin embargo, la única versión oficial es la que tiene Jasso:

"Mucha gente decía que no se había abierto, cosa que es un mito. Una caja fuerte en una oficina siempre despierta la curiosidad de quién la ocupa en su momento, y lo primero que quiere saber es ¿qué responsabilidad voy a asumir? ¿qué tengo? Era un mito muy interesante, porque todas las personas que han llegado a ver preguntan, ¿qué hay? Y sí, estuvo un buen tiempo cerrada, posteriormente, la abrieron y estaba totalmente vacía", aclaró.

Pero parece que el priismo goza de estas leyendas, pues en la oficina que perteneció a Jesús Reyes Heroles, otra caja fuerte atrajo la atención de los tricolores.

"En el otro edificio estaba la oficina de don Jesús Reyes Heroles, en el primer piso. Ahí me tocó estar un buen tiempo, muchos años, y también existía ese mito porque también había una caja fuerte y un día me tocó a mí; es más, hasta estaba su sillón de peluquero, porque ahí lo atendían, y su baño.

Ahí iba su peluquero todos los días a arreglarlo, no sé si todavía exista, pero por ahí de 2006-2007 existía el sillón del peluquero y la caja fuerte. El mito. Yo, hasta con notario público, lo digo por primera vez, me tocó invitarlo a que la abriera, porque ya era imposible con todas las consultas que había, y con notario público la abrimos.

—¿Y qué había?

—Vacía. Ni un lápiz siquiera nos dejaron. Estaba vacía.

Las anécdotas abundan entre sus ex colaboradores y quienes laboraron cerca de él. Varios aseguran que él fue quien popularizó la imagen de Emiliano Zapata, pues era fiel seguidor del Caudillo del sur, prueba de ello, su arranque de campaña fue en Anenecuilco, Morelos, pueblo natal del revolucionario.

Otra anécdota es que en la pared de atrás de su silla de trabajo únicamente estaba el logotipo del PRI y una imagen de Zapata, rompiendo con la tradición de tener la foto oficial del Presidente en funciones. "Tenía esa fotografía de (Carlos) Salinas de Gortari al frente, supuestamente, para tener al enemigo a la vista".

Colosio vive en el ADN del priismo, ese partido que de cara a la elección presidencial de 2018 busca limpiar su imagen de corrupción para retomar los ideales de uno de sus máximos símbolos, ideales que exclamó en marzo de 1994 en Monumento a la Revolución y que siguen sin concretarse: 

"Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales", exclamó el sonorense días antes de ser asesinado en Tijuana, Baja California.

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