Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Enrique Peña Nieto lamentó el fallecimiento de personas en Nochixtlán, Oaxaca, y giró instrucciones para que, en el marco de la ley, se tomen las acciones necesarias para solucionar el conflicto en esa entidad.

A través de su cuenta de Twitter, @EPN, expresó su solidaridad con los familiares de las personas que perdieron la vida en los hechos de violencia registrados ayer en ese municipio oaxaqueño durante el desalojo de la carretera Oaxaca-Puebla.

En un mensaje posterior, Peña Nieto dio a conocer que la Procuraduría General de la República (PGR) apoyará a la Fiscalía General del estado en la investigación para deslindar responsabilidades y castigar a los responsables, informa Notimex.

Asimismo, el mandatario federal dio a conocer que instruyó a la Secretaría de Salud a apoyar al gobierno de Oaxaca en la atención de las personas que resultaron lesionadas.

La sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación informó el lunes que el enfrentamiento de ayer en Nochixtlán dejó como saldo ocho muertos, 22 desaparecidos y 45 heridos de bala.

Problema complejo

En tanto, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, indicó que su despacho solicitó la intervención de la Federación tras 7 días del bloqueo carretero que afectó la movilidad de la población y el abasto de alimentos, medicamentos, combustibles e insumos básicos que demanda la actividad comercial del estado.

El mandatario llamó a las y los trabajadores al servicio de la educación, así como a organizaciones sociales a desmovilizarse, tras los hechos suscitados la mañana de ayer domingo, luego del operativo conjunto de las fuerzas de seguridad estatales y federales.

El Jefe del Ejecutivo Estatal Indicó que como antecedente de la compleja problemática que se vive en Oaxaca desde el 15 de mayo, grupos radicales del magisterio y organizaciones sociales adherentes, iniciaron una escalada de protestas que han afectado gravemente la paz pública, el orden social y la dinámica económica del estado.

Ante este complejo escenario, el Gobierno del estado solicitó el apoyo del Gobierno de la República, para preservar las libertades, el Estado de derecho, así como la protección de la integridad física y patrimonial del Pueblo de Oaxaca, como lo mandata la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la particular del Estado.