Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Las 16 delegaciones en las que actualmente se divide el territorio de la Ciudad de México son insuficientes para proveer de servicios de calidad, administrar recursos y atender a las personas que la habitan.

Hace falta una nueva distribución para que la autoridad tenga contacto más directo con la población, evitando la marginación, coincidieron legisladores y personalidades cercanas al proceso entrevistados por Excélsior.

Ésta es una visión que comparten Alejandro Encinas Rodríguez, senador perredista; Enrique Ortiz Flores, integrante de la Comisión Redactora de la Constitución de la Ciudad de México, así como los diputados locales Ernesto Sánchez (PAN), presidente de la Comisión Especial de Límites Territoriales; Adrián Rubalcava (PRI), presidente de la Comisión de Administración, y Fernando Zárate Salgado (PVEM), presidente de la Comisión de Desarrollo Metropolitano.

Aunque la Reforma Política de la Ciudad de México establece que hasta 2021 se podrá cambiar la división política de la capital del país y será la Asamblea Legislativa la facultada para hacerlo, el debate ya comenzó. La Reforma también indica que las delegaciones ahora se llamarán demarcaciones territoriales y serán gobernadas por alcaldes.

Hay que asumir que en la propia Constitución (de la Ciudad de México) no va a haber tiempo ni oportunidad para hacer un estudio que permita establecer qué número de delegaciones deben existir en la ciudad, pero sí deberán establecerse criterios de cómo conformar las nuevas demarcaciones y qué delegaciones se pueden dividir”, explicó Encinas.

Los entrevistados coincidieron en que hay delegaciones que por su gran número de habitantes deberían dividirse en varias demarcaciones territoriales.

En ese sentido el senador recordó que existen propuestas “de dividir Iztapalapa en la Sierra de Santa Catarina, que son los pueblos originarios, y la zona de Santa Cruz Meyehualco; o en el caso de la GAM dividir San Juan de Aragón de la Villa-Lindavista y Cuautepec-Barrio Alto”, indicó.

Aunque consideró que es insuficiente un análisis así, pues hay que revisar la composición geográfica, la densidad demográfica, el desarrollo de infraestructura y servicios.

Ortiz agregó que “hay delegaciones enormes como Gustavo A. Madero e Iztapalapa con casi dos millones de habitantes, entonces tienen que hacerlas más pequeñas. Es muy importante que la autoridad local esté en contacto más cercano con la población, pues en espacios tan grandes es imposible esa relación más humana, más directa”.

El panista Enrique Sánchez dijo que podrían ser hasta cuatro delegaciones más: “se hablaba de dos delegaciones en la GAM, crear tres en Iztapalapa, dos en Álvaro Obregón (...) Sí creemos que es importante crear más alcaldías, porque nos darían servicios públicos más adecuados y mejor  funcionamiento administrativo”.

Los criterios para determinar la división son el número de habitantes en una demarcación, su extensión y la orografía del territorio, indicó.

Se debe hacer “sobre censo poblacional en donde para hacer una distribución correcta orográficamente, ¿qué quiero decir? que no dividamos una barranca en dos sin saber exactamente dónde están los límites, sino que se haga la distribución orográfica y poblacional, siempre beneficiando que el gobernante, en este caso el alcalde tenga, tenga el menor número de habitantes para poder llegar a tener buenos servicios”.

Por su parte Rubalcava dijo que con la división territorial actual inquietan los conflictos que tienen algunos jefes delegacionales para ejercer en tiempo y forma su presupuesto.

Plantearíamos que el constituyente contemple que las delegaciones con mayor densidad poblacional pudieran ser divididas para que sean gobernadas a través de, precisamente, el mismo número de población”, expresó.

Botín político

El diputado Zárate Salgado afirmó que el PVEM también tiene una iniciativa para que las demarcaciones territoriales tengan en promedio 400 mil habitantes, para ser eficaces y más cercanas a la población.

Eso implicaría una redistritación y elaboración de un nuevo mapa de la ciudad, pero sin que rija el criterio del actual presidente de la comisión de gobierno, de la ALDF y ex jefe delegacional de Álvaro Obregón, que quiere repartir la demarcación como botín político; Coyoacán quiere hacer lo mismo, por supuesto Iztapalapa le quiere entregar una parte a Morena y retener el resto. Todo sin un criterio de eficiencia gubernamental y sí de eficiencia de pago electorero”, alertó Zárate.

Para César Cravioto, líder de la bancada de Morena en la ALDF, la densidad poblacional y la carencia de servicios en algunas zonas de las demarcaciones no justifican que se establezcan más demarcaciones, ya que implicaría un engrosamiento de la burocracia y dispendio de recursos.

Esto tiene intereses políticos para que haya más delegaciones en donde contender y generar más gasto en la ciudad. Bajo esa lógica sería necesario partir en dos la ciudad”, acotó Cravioto.

Para evitar que prevalezcan intereses electorales, la decisión de cómo cambiar la división administrativa territorial de la ciudad debe basarse “en estudios técnicos, geográficos, económicos, de mecanismos de integración”, afirmó Encinas.

Evitar marginación

Tanto para el senador perredista, como para el arquitecto Ortiz será fundamental garantizar que la nueva división permita mejores condiciones de vida y evite una mayor marginación.

Hay una tendencia a la segregación, a que los ricos estén por un lado y los pobres por otro, eso es terrible sobre todo para la gente pobre, acaban mandándola a las periferias, donde pierden mucho tiempo y dinero en el transporte”, señaló Ortiz.

Encinas sugirió “acercar la autoridad a la ciudadanía, y que los ciudadanos tengan mayor capacidad de organización y participen en los mecanismos de fiscalización del alcalde”.

Dijo que también será fundamental que “se dé más poder a los ciudadanos, que ellos asuman la fiscalización y el control del uso de suelo”.

En tanto el arquitecto Ortiz indicó que el gobierno no debe descuidar la planeación, pues “le estamos dejando la ciudad a la especulación, y es al revés, el gobierno tiene que planificar la ciudad y dejar que la gente defina cómo quiere que sea su vivienda”.

El diputado Zárate consideró que en la Constitución de la Ciudad de México “se tendría que establecer la premisa básica por la cual se va a dividir la ciudad… y será esta legislatura o la que sigue la que tendría que abocarse a discutir profundamente este tema”.

Ortiz Flores especificó que el tema de la división territorial será analizado por uno de los grupos de trabajo de la Comisión Redactora de la Constitución, pero que aún no empiezan a trabajar en el tema.

La reforma política

Las actuales delegaciones se transformarán en demarcaciones territoriales, a cargo de alcaldías.

Los habitantes de esta ciudad capital gozarán de una Carta de Derechos (Constitución) propia, acorde a sus libertades y aspiraciones.

Se establecerá la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México conformada por 100 integrantes en los términos y plazos que dispone el decreto, mismo que señala que el titular del Ejecutivo federal designará a 6 de los 100  constituyentes.

Especialistas analizarán la redistribución

¿Las 16 delegaciones políticas de la Ciudad de México son suficientes o se necesitan más e incluso menos, o deben reajustarse conforme al número de habitantes, al territorio, a los servicios o qué criterios deben tomarse en cuenta para reajustar la distribución geopolítica?.

Esos son algunos planteamientos que abordará el Instituto Electoral de la capital (IEDF) junto con académicos y expertos la próxima semana, con miras a proponer la mejor redistribución de la ciudad, la cual quede plasmada en la Constitución local.

Olga González, consejera electoral, explicó que con el tiempo se ha modificado población, servicios, identidad y necesidades de los habitantes en cada delegación, por lo que la elaboración de la Constitución representa la oportunidad única e histórica para hacer los ajustes necesarios.

Por ello los próximos 19 y 20 de abril realizará el foro Elementos técnicos para la definición de una nueva geografía política y electoral de la Ciudad de México, en el que buscan proponer el número de demarcaciones políticas y sus límites.

Queremos conocer cómo se debe delinear a las demarcaciones, por su identidad cultural, social, étnica, política, económica, para lograr una representación adecuada y la prestación de servicios sea más eficiente”, indicó.

En el encuentro presentarán un modelo matemático desarrollado por expertos en la materia que permite integrar los elementos como la identidad cultural, social, étnica, política, vías de comunicación, extensión territorial a cálculos técnicos y científicos que arrojarán un esquema ideal para la nueva geografía electoral, el cual serviría de base para que los asambleístas determinen la próxima división.

En entrevista, la consejera quien preside la Comisión de Organización y Geoestadística Electoral, indicó que el polígono que delimita a la ciudad data de 1898 y al hacerse desde de los poderes federales provocó que, a diferencia de otras entidades, no hubiera autonomía para la conformación geográfica interna y las divisiones de las 16 delegaciones fueron voluntad de la Federación, pero no respondieron en su momento a las necesidades de la población.

Expertos de la UNAM, Colegio de México, UACM, INAH, Consejo de los Pueblos y Barrios Originarios del DF, Seduvi, ALDF, presentarán sus propuestas y a más tardar el 25 de abril llevarán la memoria técnica a la Comisión Redactora de la Constitución de la Ciudad de México, la cual el 26 de abril abordará el tema.

Posteriormente, cuando se conforme la Asamblea Constituyente, entregarán esta información a sus integrantes para que la consideren dentro de la Constitución.

El Dato

• La delimitación del entonces Distrito Federal y sus delegaciones la realizaron autoridades federales en 1898 sin atender las necesidades de la población
• El 26 de abril la Comisión Redactora de la Constitución de la Ciudad de México abordará el tema como parte de su agenda de trabajo.