Crónicas urbanas: La Hummer y el chip que delató a los ladrones

Roban una camioneta y la trasladan al Distrito Federal, donde los detienen con ayuda de un localizador GPS.

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Viajaron desde Guadalajara a la Ciudad de México para recuperar su camioneta robada. (SIPSE/Contexto)
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Humberto Ríos Navarrete/Milenio
MÉXICO, D.F.- Desde hace algún tiempo la mujer tenía intenciones de vender su vehículo, de modo que el pasado 5 de marzo decidió colocar un signo de peso del lado izquierdo de la ventanilla trasera.

Y salió de casa.

Ese día, a las dos de la tarde, conducía su vehículo, modelo 2007, color gris plata, acompañada de su esposo, sobre la calle Gómez Mendiola, a la altura de la Calle 18, en el municipio de Guadalajara, cuando se percató que cerca de ahí pasaba una camioneta negra tipo Hummer.

En la camioneta vislumbró a tres individuos, uno de ellos en el asiento trasero, detrás del copiloto, quien insistía en hacerle señas para que se detuvieran, por lo que llegó el momento en que se aproximó y gritó:

—¡Oye, oye!

La mujer detuvo la marcha y observó que de la Hummer descendió el individuo, quien avanzó y quedó cerca de su carro. Ella y su esposo permanecían adentro. Días después sabría que le decían El Benny.

—Oyes, ¿lo vendes?

Ella asintió.

Él examinó el coche.

—Está bien ch... tu carro.

Ella hizo un gesto.

El Benny agregó:

—¿En cuánto lo vendes?

—En 200 mil.

—Está muy caro, pero me interesa mucho —agregó El Benny, quien preguntó—, ¿puedo calar el motor?

La mujer y su esposo descendieron del vehículo y dejaron las llaves pegadas en el switch, listo para que el recién llegado lo abordara, como sucedió. El individuo encendió el auto.

El Burro y El Jonás, mientras tanto, miraban desde la Hummer H-3, con placas del estado de Morelos.

El Benny aceleró, sin avanzar, y comenzó a realizar maniobras, como menear el volante, arrellanarse, mirar hacia arriba y a los lados. Escudriñar. O fingir que lo hacía. Todo lo hizo en medio minuto.

Y luego arrancó.

Aceleró sobre la calle Gómez de Mendiola, en dirección a la Calle 34, y en ese momento la mujer recordó que había dejado la factura del auto en el asiento trasero; en la guantera, asimismo, iba la tarjeta de circulación y otros documentos personales en diferentes partes del vehículo.

Casi de manera automática la mujer y su esposo voltearon hacia la Hummer, que permanecía muy cerca de ellos, y observó que afuera estaba uno de los presuntos cómplices, quien varias veces se palpó el lado derecho de la cintura, como para demostrar que portaba una pistola, y les advirtió:

—¡Órale, volténse, a la ch...!

La pareja quedó aterrada.

Entonces los de la Hummer aceleraron. Las víctimas, sin embargo, ya no supieron qué rumbo tomaron los delincuentes. La pareja recorrió calles aledañas, pero no encontraron nada.

De ahí acudieron a una agencia del Ministerio Público de Guadalajara e iniciaron una “acta circunstanciada de hechos”, donde mencionan que su vehículo cuenta con un localizador GPS, contratado con una compañía de alarmas, por lo que el 7 de marzo lograron saber que el vehículo “aportaba coordenadas de localización en las inmediaciones del Distrito Federal.

Y se lanzaron a la capital.

***

El pasado 27 de marzo, a las 18:00 horas, la pareja llegó a la Ciudad de México para corroborar que su auto rodaba en sus calles. Caminaron sobre la Calzada de Guadalupe y calle Victoria, colonia Estrella, delegación Gustavo A. Madero, en busca de una autoridad que los ayudara.

En ese lugar, mientras trataban de indagar, pues sospechaban que estaban cerca de su auto. En eso estaban cuando pasó una patrulla de la Policía de Investigación. Los agraviados hicieron la señal de que se detuvieran y solicitaron su apoyo.

Los visitantes explicaron a los dos agentes los pormenores del caso y mostraron documentos, incluida una fotocopia de la averiguación previa, y explicaron que el chip de localización, “al parecer”, emitía la señal de que su auto se encontraba en la calle Norte 180, esquina con Avenida del Peñón, en las inmediaciones de la colonia Moctezuma, segunda sección.

Y, junto con los denunciantes, los agentes de Investigación se trasladaron a la mencionada dirección, ubicada en la delegación Venustiano Carranza, pero a primera vista no vieron ningún vehículo con las características del que buscaban. De todos modos circularon despacio alrededor de la manzana. El chip indicaba que por ahí estaba.

De pronto, a eso de las ocho de la noche, la pareja se percató que allí cerca estaba la Hummer H3 negra, con placas de Morelos. Tenía una puerta abierta, de la que salía música a todo volumen. Los agentes, acompañados de la pareja, se aproximaron.

La mujer notó que sobre la acera estaba el mismo individuo que le había robado su auto gris plata, por lo que pidió a los agentes apresarlo. El presunto culpable vestía playera blanca, pantalón de mezclilla azul marino, zapatos tenis rojos y gorra blanca con visera roja.

Los policías, señala el reporte, “procedieron a realizar el aseguramiento del sujeto y del vehículo tipo Hummer, ya que éste fue utilizado para robar el vehículo y darse a la fuga”.

El problema es que se desconocía el paradero del auto robado, “pues el rastreador satelital ya no arroja ningún dato de ubicación”. El Benny les dijo que el vehículo gris plata era manejado por un individuo apodado El Burro.

Pasaron las horas.

***

Y fue a las 02:30, del siguiente día, jueves 28, cuando la mujer recibió un mensaje que revelaba la nueva ubicación de su auto: calle Lázaro Pavía, esquina con Lorenzo Boturini, colonia 24 de abril, delegación Venustiano Carranza. Y hacia allá se dirigió la pareja con los agentes.

De la delegación Gustavo A. Madero hicieron 20 minutos en llegar al sitio señalado por el rastreador satelital. Y allí estaba el auto. Los agentes realizaron una vigilancia discreta. Estaban en el espacio correcto.

Y a eso de las 03:20 observaron la llegada de un carro tipo Hummer o Jeep, del que descendió un individuo que vestía playera tipo polo, con franjas horizontales azules y cafés y zapatos tenis.

El recién llegado se acercó al vehículo gris plata y lo abrió con un control remoto a distancia y se encendieron las luces interiores y exteriores; luego, calmoso, abrió la puerta.

Se sentó tras el volante, encendió el switch y aceleró, pero avanzó pocos metros, ya que el auto fue bloqueado por dos patrullas manejadas por los agentes de Investigación.

Y atraparon a El Jonás, de 28 años, quien fue trasladado a la Fiscalía Desconcentrada en Gustavo A. Madero.

Nada más falta El Burro.

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