Crónicas Urbanas: La silenciosa crisis del agua en el DF

En unas colonias deben comprarse pipas de agua, mientras en otras se desperdicia y el cobro se realiza de manera incorrecta.

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Piden fomentar una cultura de uso racional del agua. (Archivo/SIPSE)
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Humberto Ríos Navarrete/Milenio
MÉXICO, D.F.- En la Ciudad de México se desperdician 9.6 metros cúbicos de agua por segundo, debido a que hay 45 mil fugas anuales, de las que solo se reparan 25 mil. Las delegaciones más afectadas por la escasez son Iztapalapa, Tlalpan, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, a las que ya se suman otras, como Venustiano Carranza.

La mayor parte de la capital se abastece de sus pozos; la otra, del Sistema Cutzamala, pero éste ha registrado bajas desde 2007, año en que aportaba 10 mil 300 litros por segundo; ahora es de 9 mil.

La crisis del agua, sin embargo, tiene diferentes aristas, pues mientras en algunas demarcaciones la insuficiencia es abierta, en otras es silenciosa, como en la Cuauhtémoc, donde el estiaje es diario y en unas colonias deben comprar pipas de agua; en otras, como la Obrera, se desperdicia y el cobro es incorrecto, pues quienes consumen más, pagan menos, y en muchos casos resulta contraproducente la colocación de medidores.

La queja más constante, por la mala medición que deriva en cobros incorrectos

Con datos oficiales en mano, el diputado Gabriel Godínez Jiménez, presidente de la Comisión de Gestión Integral del Agua de la Asamblea Legislativa del DF, apunta que si a ese contexto se suma la proyección del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, establecida en su Programa Agua, Visión a 20 años, sabremos que para 2025 el Cutzamala solo aportará 6 mil 800 litros por segundo, “lo que se traduce en una grave situación para la ciudad”.

Y habrá que añadir el problema planteado por esa comisión legislativa ante el gobierno de la ciudad: del millón 932 mil 179 usuarios registrados en el padrón del Sistema de Aguas, solo 66 por ciento cuenta con registro de medidor; de estos, sin embargo, 82.24 por ciento ya concluyó su vida útil, “al rebasar 10 años de uso, provocando con esto una medición no confiable…”

El legislador perredista detalla una realidad y critica: dentro del consumo doméstico es importante que la ciudadanía ponga atención respecto a la ducha, ya que ésta es de las actividades en donde se registra más el uso “negligente” de agua. “Estamos hablando de 264 litros por segundo, cuando una persona debe bañarse con buenos hábitos y con reductores del recurso que solo gastan 20 litros por segundo”.

Esta situación, “nos hace hablar de una crisis severa”, añade y recomienda “fomentar una cultura de uso racional del agua, disminuir la pérdida por fugas y clandestinaje, realizar una micromedición para un pago justo por el servicio, aprovechamiento de agua pluvial, aplicación de nuevas tecnologías para consumos racionales, y tratamiento y reuso de aguas residuales”.

Hasta seis pipas

Hay delegaciones, como la Cuauhtémoc, donde pocas veces faltaba agua; pero ahora, con la crisis, condóminos deben comprar hasta cinco o seis pipas por semana, de diez mil litros cada una y cuyo costo oscila entre los 700 y mil 100 pesos por unidad, como ocurre en colonias como la Juárez.

En la Obrera, unas 15 cuadras adelante, la mayoría de inquilinos prorratea el pago del consumo, pues no tienen medidores; algunos, no obstante, han pedido la instalación de estos, pero les resultó adverso, pues pagan más y consumen menos. Es el caso de una pareja que vive en el número 51 de la calle Fernando Ramírez.

El matrimonio pagaba 76 pesos bimestrales, pero como observaban que los demás desperdiciaban agua, solicitó un medidor, mismo que le fue colocado después de meses. Pero les llegó el cobro de 610 pesos. Esto les sorprendió sobremanera, pues la pareja trabaja de 9 de la mañana a seis de la tarde.

Por lo tanto les indignó que los demás no solo pagaran menos, sino que desperdician el agua, razón por la que se deslindaron y solicitaron la instalación del medidor; y ahora no solo trasladaron la queja al Sistema de Aguas, sino a la Procuraduría Social, donde el burocratismo los ha marginado.

—¿Cuál es la queja?

—Que los vecinos se roban el agua y la ocupan para sus negocios, que son insalubres, y que por la tarde conectan sus mangueras para surtirse de agua; asimismo, por las noches, lavan sus verduras y utensilios, y utilizan las áreas comunes para guardar refrigeradores, cajas con verduras, diablos, y ellos dicen que no les hacen nada porque están bien parados con los inspectores de la delegación Cuauhtémoc.

—¿Y la Procuraduría Social?

—Sirve para nada y para llorar, porque son puras vueltas: tienen que mandar un oficio dirigido…

El consumidor vive en la calle Fernando Ramírez número 51, colonia Obrera, donde vecinos de la unidad habitacional utilizan sus departamentos como bodegas y cocina, mientra el patio lo ocupan para guardar carretillas y cajas.

—¿Además?

—Mire cómo acaparan la toma principal del agua para sus negocios —señala con el índice—, la cual no pagan. Lo hacen desde temprano. Por eso pedí que colocaran medidor en mi departamento, pero me salió peor, porque de 76 pesos, subió a 610 el bimestre.

—¿Y no gasta eso?

—¡Claro que no! En el departamento vive un matrimonio con su niña. Los dos salen a trabajar a las diez de la mañana y regresan a las seis de la tarde. El problema es que los vecinos son pasados de encajosos.

Pagan más

—¿Podría hacer una radiografía sobre la crisis del agua en el DF? —se le pide al diputado Godínez Jiménez.

—El servicio del agua potable en la Ciudad de México —precisa— tiene diversos problemas, pero el que más llama nuestra atención es el recurso hídrico debido a que se está acabando. La ciudad se abastece de agua principalmente de sus pozos y del Sistema Cutzamala, que representa la tercera parte, siendo la segunda fuente de abastecimiento y en este sentido —para poner un ejemplo— la aportación de Cutzamala ha registrado bajas en los últimos años: en 2007 aportaba 10 mil 300 litros por segundo; en 2008, 9 mil 500, y actualmente 9 mil.

—¿Qué tanto se desperdicia?

—El ingeniero Ramón Aguirre, director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, nos ha informado que tan solo al año se captan 45 mil reportes de fugas y se reparan 25 mil en redes primarias y secundarias.

—Hay quejas de que en algunas viviendas, cuyos dueños pidieron la instalación de medidores, ahora pagan más con dichos aparatos.

—Los cobros erróneos han sido los factores de quejas y reclamos más constantes en la ciudadanía y esto se debe a la mala medición o el establecimiento de consumos promedio en el servicio de agua potable. Ya hemos alertado de estas situaciones que merecen atención inmediata. Este año estaremos impulsando para que se le otorgue al Sistema de Aguas el dinero suficiente para brindar un buen servicio y que las mediciones sean acordes al consumo.

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