Para el Inegi, la Cruzada contra el Hambre sí cumplió

El Instituto reveló que los municipios donde se ha aplicado la estrategia hay resultados positivos.

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Aseguran que la distribución de los recursos no se hizo sin metodología o de manera arbitraria. (facebook.com/SinHambremx)
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Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- A tres años de la puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) corroboró que en los municipios que ha aplicado esta estrategia sí hubo una reducción de las carencias sociales.

De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, la carencia por alimentación y el acceso a la salud fueron los indicadores que mostraron las mejoras más significativas tanto en los 400 municipios con los que arrancó la cruzada como en los 612 que se sumaron un año después.

Sin embargo, en el Balance de la Cruzada Nacional contra el Hambre 2013-2016, que dio a conocer ayer el Coneval, reconoce que si bien se mostraron avances en la primera fase de implementación, "también enfrenta algunos retos dada su dinámica cambiante".

De acuerdo con la nota publicada el martes pasado por Milenio, esta estrategia nacional comenzó únicamente con datos estadísticos que evidenciaban zonas en las que había alta concentración de pobreza extrema de alimentación.

En ese sentido, el secretario Técnico de la Cruzada Nacional contra el Hambre, Omar Garfias, Reyes reconoció que el "no haber trabajado durante dos años hubiera significado, entre otras cosas, no obtener resultados".

Además, admitió que si bien la metodología territorial no da resultados tan precisos como la focalización individual, que se efectuó posteriormente con el Sistema de Focalización para el Desarrollo (Sifode), sí "fue una posibilidad efectiva de avance mientras se focalizaba mejor".

En una carta enviada a Milenio, Garfías explicó que mientras se conformaba este sistema de información, se trabajó en un periodo de transición, en los 400 municipios donde las estadísticas indican que hay mayor pobreza extrema con carencia alimentaria, pero que no dicen quiénes son las personas y cuáles sus carencias.

"La distribución de los recursos no se hizo sin metodología o de manera arbitraria. En las dos primeras etapas se hizo con una metodología territorial, con información del Inegi, en los municipios rurales y los polígonos urbanos con mayor porcentaje y número de personas en situación de pobreza extrema con carencia alimentaria".

Asimismo afirmó que la cruzada convoca a diversos programas sociales para que intervengan en esos territorios, municipios rurales y polígonos urbanos que identifican las estadísticas con mayores carencias.

"Las políticas que implican coordinación de programas y dependencias requieren, para ser efectivas, de ocupar una centralidad importante de la política pública gubernamental", explicó Garfias.

En relación con lo publicado por Milenio, sobre la cobertura desigual en las diferentes entidades y que no corresponde a los estados más vulnerables, el secretario técnico de la cruzada rechazó que hubiera personas a quienes no se tuvieran que apoyar.

Mencionó que todos los apoyados por esta política pública cumplieron con las reglas de operación de los programas que los incluyeron como beneficiarios, ya que los recursos no son de la cruzada, sino de los 90 programas que la integran.

Precisión

El funcionario federal refirió que la implementación de la cruzada urgió a remediar y eventualmente corrigió la falta de un sistema de información que identificara las carencias de cada persona para focalizar la inversión y los programas con precisión y sin ningún otro sesgo.

Es así como hoy en día este programa tiene un sistema de información que permite entregar los apoyos con precisión a quienes están en situación de pobreza extrema con carencia alimentaria.

"Esta administración visitó millones de hogares. Buscó a las personas, formó comités con ellos, les propuso que elaboraran planes comunitarios de desarrollo, y los estamos atendiendo", explicó.

En el procesamiento de las 300 mil bases de datos independientes oficiales y públicas, Milenio documentó que se beneficia a más personas de las que el Coneval estimó que deberían calificar para el programa.

Ante ello, Garfias agregó que las diferencias de cobertura se deben a que inicialmente no se contaba con el sistema de información por persona y familia, lo que derivó en que se seleccionaron solo 400 municipios en una primera etapa.

Para la segunda, añadió, se eligieron 612 más con la metodología territorial, por lo que no se abarcó a todos los municipios hasta que se contó con este sistema de información.

Para comprender el fenómeno tanto rural como urbano también se contemplaron los municipios con mayor porcentaje de personas en pobreza extrema con carencia alimentaria, así como el número de personas.

Ello arrojó municipios rurales como Ayautla, Oaxaca, donde si bien 59.7 por ciento de la población está en esa situación, esto representa apenas dos mil 245 personas; mientras, en municipio urbanos con el mayor número de personas en esta situación fue Ecatepec, en el Estado de México, donde aún cuando solo 5.6 por ciento de su población está en esa situación, ello representa a 99 mil 754 personas.

El secretario técnico de la cruzada mencionó que otra de las casusas por las que pudiera haber una discrepancias en los resultados fue que la información de las dos primeras etapas solo está agregada territorialmente y no por persona.

"De este modo, las cifras comprenden a todas las personas en pobreza de esos municipios, no solo a los pobres extremos con carencia alimentaria. Las cifras de 2016 ya son por persona en situación de pobreza extrema con carencia alimentaria", enfatizó.

Sin embargo, aseguró que hay una encuesta panel del Coneval, en donde se visita a una muestra de 207 mil familias para registrar cada año cuál es su condición a partir de ser consideradas población objetivo de la cruzada.

Los resultados demostraron que en 2013, ciento por ciento de esas familias estaban en carencia alimentaria; en 2015, 42 por ciento. Además, en 2013, detalló, 30 por ciento tenía carencia por acceso a la salud y en 2015 bajó a 8 por ciento. En 2013 igualmente 54 por ciento tenía carencia en la calidad de su vivienda y en 2015 se redujo a 37 por ciento.

También comentó que en 2014 el Inegi identificó cinco municipios donde trabajó la cruzada en donde se dio la reducción de la pobreza extrema y en el caso de Guachochi, Chihuahua, incluso se dio una disminución en la carencia alimentaria de 29.3 por ciento, al igual que en Zinacantán, Chiapas, que llegó a 15.4 por ciento.

Coordinación

Garfias expresó que la cruzada tiene una focalización que coordina a las dependencias para que intervengan en un territorio determinado para beneficiar a personas ya identificadas en situación de pobreza extrema con carencia alimentaria.

Pese a ello, dijo, cuando una persona recibe un programa no se le declara "sin hambre", ya que salir de esa situación solo se deriva de la recolección de información "in situ" del Inegi analizada por el Coneval, así como por todas las dimensiones de la pobreza que asienta la Ley General de Desarrollo Social.

No obstante, aseguró que el parámetro que utiliza la Cruzada Nacional contra el Hambre es más exigente, ya que no se acoge a la visión asistencialista de solo dar alimentación, sino que exige aumentar la productividad del campesino o la calificación laboral del poblador urbano.

Además de que se establece la necesidad de dar acceso a opciones productivas y al régimen de seguridad social para ambos, con el objetivo de que mejoren su ingreso y sean capaces de adquirir sus alimentos por su propio esfuerzo.

Con este esquema, afirmó que la cruzada rompe con el asistencialismo y busca una solución integral al problema, tal como lo recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ocupándose y exigiéndose dar acceso a la salud, a una vivienda de calidad y a servicios básicos, que son condición necesaria para el aprovechamiento de nutrientes.

"Se convoca a todos los programas que trabajan en educación, seguridad social, mejoramiento del ingreso, salud, vivienda, servicios básicos y no solo de asistencia alimentaria. Si solo se diera la asistencia alimentaria, no se solucionaría de raíz el problema", destacó Garfias. 

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