En San Lázaro, solo diputados bien portados

Los legisladores quieren que se respete su derecho de expresión sin ser objeto de burlas o agresiones físicas.

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Una de las 'broncas' más memorables en San Lázaro fue la que protagonizó el diputado del PVEM, Enrique Aubrey de Castro, cuando caminó hasta el área de las curules panistas a provocar, tras las críticas entre diputados del PRI y PAN. Esto ocurrió en 2013. (Archivo/Aristegui Noticias)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- La Mesa Directiva y los coordinadores de las ocho fracciones parlamentarias en la Cámara de Diputados suscribieron un pacto de civilidad para evitar manotazos, empujones y zacapelas durante los debates en el pleno, sin que ello signifique renunciar a las protestas con mantas y pancartas en la tribuna del recinto de San Lázaro.

En reunión de Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos celebrada el pasado miércoles, los jefes de las bancadas dieron al diputado presidente Javier Bolaños un voto de confianza para levantar las sesiones en caso de algún connato de bronca, como ocurrió en la sesión de Congreso General el pasado 1 de septiembre, publica Milenio.

Según confirmaron los coordinadores del PAN, Marko Cortés, y de Morena, Rocío Nahle, las “reglas de convivencia” pactadas pretenden garantizar el derecho de los legisladores a expresarse con absoluta libertad, sin ser objeto de agresiones o injurias.

“No queremos más espectáculos como el que vimos del PRI-Verde contra Morena (el 1 de septiembre); no merece eso el Congreso. Lo que buscamos es que el Congreso mexicano esté a la altura de lo que merece el país y que queremos que vea el mundo”, puntualizó Cortés.

El líder parlamentario de Acción Nacional señaló que la coincidencia general es el respeto al derecho de los legisladores a expresarse sin interrupciones y que cada quien respete su tiempo y su turno.

“Fue un acuerdo de todos poner de nuestra parte y, si llega a ser necesario, que no dude el presidente de la Mesa Directiva en declarar un receso para que no se vea este tipo de conflictos dentro del marco de una sesión como la que vimos en el arranque de este primer periodo”, remarcó el michoacano.

No es mordaza

En entrevista por separado, la diputada Rocío Nahle respaldó la determinación de acatar el reglamento interno de la Cámara de Diputados y evitar conductas como la del legislador priista Hugo Daniel Gaeta, que en la sesión de Congreso General lanzó un puñetazo a Rogerio Castro, de Morena, en medio del jaloneo por una manta de protesta.

“Quedamos en que tenemos que respetar el propio reglamento que nosotros tenemos. Hay otra cuestión que habla de la tribuna: si queremos poner mantas, si queremos hacer señalamientos, lo vamos a hacer en el tiempo en que esté el partido en tribuna; entonces, eso ya está estipulado, así es”, puntualizó la veracruzana.

-Es decir, se descartan las tomas de tribuna, pero tampoco se impone la mordaza...

-No, no, no, ¡pues entonces a qué venimos! No, de ninguna manera, que no confundan servilismo con nuestra obligación, o sea, nosotros en Morena aceptamos el reglamento, estamos dentro del reglamento, pero también exigimos respeto, porque el 1 de septiembre un diputado del PRI golpeó a un diputado de Morena, entonces es mantenernos con civilidad, sí, pero a nosotros no nos van a condicionar nada —atajó Nahle.

El presidente de la Cámara de Diputados, Javier Bolaños, estableció desde el comienzo de su mandato la convicción de actuar con firmeza para mantener el orden en las sesiones plenarias, con absoluto respeto a los posicionamientos de los legisladores.

Antecedentes

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó el pasado 29 de abril su Código de Ética que obliga a los legisladores a “cumplir principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia”.

A propuesta de los legisladores Carolina Monroy, del PRI, y Jorge Triana, del PAN, el ordenamiento prohíbe a los diputados federales incurrir en actos de corrupción o conflicto de interés, así como en actitudes que denoten abuso de poder.

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