El dulce negocio de las 'Manos Especiales' en Tijuana

Trufas de chocolate envinadas son preparadas, decoradas y empaquetadas por seis jóvenes reposteros de Tijuana, cuya discapacidad intelectual no les impide trabajar.

|
El trabajo en repostería de los niños con síndrome de Down ha motivado un cambio en ellos, indica la psicóloga de 'Aprender es crecer'. (Facebook/Manos Especiales de Casa Valentina)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
TIJUANA, Baja California.- Regalar una cajita de trufas de chocolate envinado con productos del Valle de Guadalupe y decorados personalmente, tiene un plus esta Navidad si se adquieren en "Manos Especiales de Casa Valentina", con niños con capacidades especiales como reposteros.

Alumnos de la Escuela de Educación Especial "Aprender es Crecer", en colaboración con Casa Valentina, emprenden un proyecto de negocio desde hace casi un año, según informa Milenio. 

Todo inició cuando la comerciante tijuanense Roberta Ornelas Rubio, totalmente ajena al campo de la educación especial, tuvo la idea de iniciar un proyecto de negocio que retribuyera un poco de lo dado a la sociedad y dejar un ejemplo y legado a su pequeña hija Valentina.

Se acercó a una escuela de educación especial para niños con síndrome de down y otras discapacidades con ubicación en Playas de Tijuana, e iniciaron un taller de cocina, una fábrica de chocolates donde los jóvenes son preparados para la vida productiva y que ha tenido muy buen efecto en los muchachos.

"Es un proyecto que para mí es muy romántico y qué más romance que el chocolate y aparte que para ellos fuera."

María, Jennifer, Marie Fernanda, Jorge, Eduardo y Ana Mónica, son los emprendedores que en un día llegan a preparar 4 kilos de trufas de chocolate, 400 bolitas de chocolate envinado con chispas de colores, espolvoreados con cocoa o coco rallado.

Entusiasmo evidente

La idea es que no sólo se queden con sus estudios académicos, sino que haya un después para estos jóvenes, que obtengan un ingreso y aporten en los gastos del hogar.

"Ellos saben que todos los jueves van a trabajar, en la próxima semana les hacemos la entrega de su sobre para concluir con la parte del taller y que sepan que lo que realizan es un trabajo y recibirán algo a cambio, es con lo que culminamos el aprendizaje para ellos."

Ana Laura Gallego, psicóloga de "Aprender es crecer", dijo que en este primer taller de cocina, el cambio de los jóvenes ha sido impresionante.

Todos los jueves que tienen la clase, ponen toda su dedicación en preparar los chocolates; el entusiasmo es evidente y cuando reciben el sobre con sus ganancias, el compromiso es mayor.

Un bien a la ciudadanía

De incrementarse la demanda de chocolates, el número de alumnos/colaboradores también incrementará.

"Nada de eso, hay que tratar de no etiquetarlos, que tengan sidrome de Down una discapacidad intelectual no significa que no puedan hacer nada, al contrario, vamos a ver de tus habilidades que puedes hacer para hacer un bien a la ciudadanía"

Los chocolates hechos por "Manos Especiales de Casa Valentina" están disponibles todo el año, en paquetes individuales, cajitas de cuatro o doce unidades con costos que varían en 10, 40, 70 y 100 pesos. Los pueden encontrar en la página de Facebook "Manos Especiales de Casa Valentina".

Lo más leído

skeleton





skeleton