Leticia Fernández/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Observó que su madre dormía; entonces, tomó un rifle y le disparó a quemarropa, la envolvió con una cobija y después con bolsas para deshacerse del cadáver.

El adolescente de 16 años se declaró culpable del delito de homicidio; sin embargo, en cinco años podrá salir libre, porque su corta edad impide a las autoridades aplicar una pena de hasta 50 años, como ocurre con los adultos.

Los hechos ocurrieron el 23 de febrero en una casa del pueblo de San Gregorio Atlapulco, en la delegación Xochimilco.

La fiscal de Niñas, Niños y Adolescentes de la Procuraduría de la Ciudad de México, Margarita Maguey, explicó que el jovencito confesó el crimen y detalló que esperó dos días y con un "diablito" caminó tres kilómetros para abandonar el cadáver de su madre en el paraje Tecaltitla, en San gregorio Atlapulco; aprovechó que su papá estaba en el sepelio de un familiar.

El pasado 3 de marzo, un agricultor llegó a su predio para arar la tierra y percibió un olor putrefacto, al indagar, encontró el cuerpo de la mujer.

Al día siguiente, la pareja de la mujer, quien denunció la desaparición, la identificó.

"Cuando el Ministerio Público practicaba diligencias en el domicilio de la señora, llegó su hijo de 16 años, quien en entrevista sobre la desaparición señaló que él fue quien le disparó con un rifle calibre 22", informó la fiscal.