Vale la pena matar en defensa propia: Nelson Vargas

El expresidente de la Conade asegura que con el mandato de Peña Nieto no hay avances en materia de seguridad.

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La hija de Nelson Vargas, Silvia, fue asesinada hace siete años. (Foto: Revista Proceso)
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Fernando del Collado/Milenio
MÉXICO, D.F.- Hace 10 años, en una multitudinaria marcha revestida de blanco, este país salió a la calle a exigir alto a la inseguridad y aplicación de la justicia. 

A esa protesta le siguieron otras voces y miles de víctimas más. Como la voz de aquí, que emprendió una de las más duras batallas para lograr la captura de la banda que secuestró y asesinó a su hija

“No tienen madre”, gritó ante la pasividad e inoperancia gubernamental. Como hace 10 años, como hoy:

¿Le molesta la oscuridad?

En lo absoluto.

¿Qué sensación le provoca?

Tranquilidad, paz.

Ahora mismo, ¿qué emoción registra?

Algo curioso … siempre he visto este programa y jamás pensé estar aquí.

De la luz, ¿qué registra?

Es agradable.

¿Suele convivir con el silencio?

No mucho.

¿Qué le dice?

Momento para meditar: pensando en lo que he hecho y en qué quiero seguir haciendo.

¿Siente que necesita hablar?

Por supuesto. Siempre me interesa transmitir cosas importantes para la gente que me rodea.

¿Podría callar?

Jamás.

¿Debe callarse?

Aun cuando me lo piden muchas veces, ¡jamás lo haré!

¿Se puede perdonar?

Creo que sí. Es importante perdonar para estar tranquilo.

¿Aún pronuncia su nombre?

¡Por supuesto…!

Silvia…

Sí, en todos lados: en mi iPhone, en iPad, en mi computadora, en todos lados. La tengo en el alma y jamás buscaré perder esa imagen.

Han pasado casi siete años…

Sí, siete años… y sin embargo no se ha hecho justicia.

¿Ahora mismo qué le diría?

Que está mejor allá que aquí… seguramente.

¿Qué queda?

Insistir. Tenemos que creer en la autoridad, pero hay que estar checándola, que se hagan las cosas correctamente.

Hay que aferrarse a la vida…

Más que eso, hay que ser ejemplo. 

¿Qué familia se ha podido reconstruir?

Todo lo que está alrededor de mí está reconstruido totalmente.

¿Sabremos en algún momento qué significa la pérdida de un familiar?

Es algo que uno jamás imagina cuando llega… los padres deben estar muy atentos para que no les pase lo que me pasó.

¿Sabremos reconocer a las verdaderas víctimas?

Creo que hasta ahora se está empezando a reconocer a las verdaderas víctimas.

¿Las reconocen en los gobiernos actuales?

Están haciendo un intento fuerte por reconocerlas.

¿Las reconoce el Poder Judicial de la Federación?

Tiene que… ya basta de entorpecer los juicios, de entorpecer el trabajo que se requiere para que la sociedad crea en la justicia.

¿Los gobiernos sabrán de los muertos?

Creo que sí; sin embargo, son lentos en sus acciones.

¿De los desaparecidos?

Hay que trabajar fuerte para darle a la sociedad respuestas.

¿En verdad hay interés en saber qué pasó?

La sociedad tiene que insistir para que no se desvíen las autoridades de atender toda la problemática de la violencia que existe en el país.

¿Tendremos registro de cuántas mujeres son asesinadas a diario en México?

Es difícil porque los gobiernos anteriores tenían que haber hecho un censo bien identificado y, aparentemente, no se tiene nada.

¿De cuántos secuestros?

Bueno, la gente que está trabajando para la justicia está insistiendo en que se tengan las cifras correctas...

¿De cuántas extorsiones?

Eso es el pan de cada día. 

¿Es esa la radiografía del crimen en México?

¡Es una tragedia!

¿Qué país es este?

Tenemos que tener fuerza e ilusiones. Si solo somos pesimistas, vamos a seguir peor.

¿Qué gobiernos son estos?

Los que hemos elegido.

¿Hacia dónde vamos?

Siempre hay esperanza… si no tuviéramos esa esperanza habría que irse fuera de este país.

¿Hay solución?

Hay recursos, hay tecnología, hay equipamiento. Lo que hace falta es trabajar a conciencia.

¿El dinero es sanador?

Puede ayudarle bastante, pero la pérdida de un ser querido, de un familiar, no lo sana nada.

Por cierto, ¿los empresarios están haciendo algo por combatir el crimen?

No creo que estén haciendo nada. En lo que respecta a aportar hacia la justicia, hay pocos que tienen la capacidad para hacerlo.

¿La justicia que tenemos es proporcional a la honorabilidad del empresariado nacional?

Hay de los dos lados.

Sí pueden empujar reformas constitucionales, ¿pero no pueden contribuir a modificar el Poder Judicial?

Mejorar reformas y dictaminar reformas nuevas no es tan importante, lo importante es que las instituciones sean transparentes y se trabaje con objetivos claros.

¿Y lo son?

Desgraciadamente no.

¿Usted también piensa que las reformas acabarán con la desigualdad?

Por supuesto que no.

¿Nos harán más justos?

Ojalá haya más recursos para que haya más justicia.

¿Seremos más criminales?

Me da miedo escuchar eso.

Por cierto, ¿todo pobre es un criminal?

No, para nada. Hay pobres muy dignos que luchan día a día y no han caído en el extremo opuesto.

En fin, ¿el deporte puede ser una salida?

El deporte es algo que cualquier ciudadano debería tener como hábito, porque practicarlo hace bien para su salud.

¿Hay presupuesto para lograr ese objetivo?

El dinero no es problema… jamás en la historia de este país se ha tenido tanto dinero. 

¿Y qué se está haciendo?

No hay un programa claro, se dilapidan muchos recursos.

Volvamos al tema, ¿qué es el valor civil?

Enfrentar cualquier reto.

¿Qué ciudadano quieren que sea?

Creo que uno callado.

¿Qué ciudadanos quieren que seamos?

La gente honesta quiere que seamos ciudadanos, que enfrentemos los problemas y los saquemos adelante.

¿Justicia por cuenta propia?

No creo que sea lo correcto, caeríamos en un problema social muy grande.

¿Apología del matar en defensa propia?

Creo que si es necesario y va de por medio nuestra vida, vale la pena hacerlo.

¿Cuál es la marca de la muerte?

¡Qué pregunta! Sentimiento perdido.

¿Los Rojos?

Hay dos grupos: uno que está en la cárcel y otro que anda delinquiendo todavía.

¿Ha visto a alguno de ellos?

Vi a los integrantes de la banda que asesinaron a mi hija y me enfrenté a ellos el día que los capturaron.

¿Cómo los encaró?

Fue muy explosiva mi actuación, al grado de que me lancé contra ellos y les pregunté una sola cosa: quería saber cuándo asesinaron a mi hija y me dijeron lo que yo pensaba: a la primera semana de haberla secuestrado.

¿La impunidad tiene nombre y apellido?

Hay de todo.

¿Por ejemplo?

Considero que muchos políticos tienen como principal característica su impunidad.

¿Queda espacio para culpar a alguien?

Debemos no culpar, pero hay que señalar a quien está haciendo las cosas de forma inadecuada y tratar de que la autoridad se dé cuenta y actúe.

Con ello, ¿qué cuentas registra ahora Alfredo Castillo (comisionado federal en Michoacán)?

Sé que Alfredo Castillo está haciendo un gran esfuerzo en ese estado, pero no sé realmente qué trabajo hace en Morelia.

¿Qué ha hecho Murillo Karam, titular de la PGR?

Es un hombre con experiencia, sensato, pero desgraciadamente no me he dado cuenta de si hay avances o no.

¿Nos dirá que ahora estamos más seguros?

No, de ninguna manera.

¿Qué está haciendo el presidente Peña Nieto?

Un gran esfuerzo. Es quien dirige al país que tiene y no es sencilla esa labor. 

¿A este gobierno le interesa la seguridad?

Están intentando, pero no me queda claro si lo están haciendo en forma expedita.

En sus palabras, ¿“tienen madre”?

Algunos no.

¿Este gobierno tiene contrapesos?

No solo son contrapesos, son posiciones políticas que siempre juegan en beneficio de los partidos y no de la ciudadanía.

¿Hay quiénes los vigilen?

Se cree que existe una Secretaría de la Función Pública; sin embargo, hace mucho que no escucho de ella.

¿Disentir es un crimen?

No creo.

¿Disentir es morir?

No, al contrario: es enfrentar.

¿Isabel Miranda miente?

Es una mujer de una entereza total.

¿De qué filos están hechos esas vendettas?

Polemizar es un deporte nacional.

¿Hasta dónde nos hemos perdido?

Hemos llegado muy abajo, desgraciadamente no ha habido un seguimiento de calidad para la gente.

¿Dirán que su voz no cuenta?

Seguramente.

¿Dirán que se vaya con sus muertos?

Seguramente.

¿Será desaparecido?

Si me dejo.

¿De qué nos debe advertir?

De que podemos caer todavía mucho más abajo.

¿Por qué debemos gritar?

Porque si no gritamos los que podemos y los que nos escuchan, ¿quién va a gritar?

En fin, ¿qué debemos decir al despedirnos?

Hay que insistir… no claudicar. 

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