Entrevista: Los indígenas 'están peor' que antes del EZLN

Comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas asegura que hay preocupación porque 'donde hay pobreza hay posibilidades de cualquier cosa'.

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Jaime Martínez Veloz, nuevo titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas en México. (Milenio)
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Patricia Sotelo Vilchis/Milenio
MÉXICO, D.F.- El nuevo titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas en México, Jaime Martínez Veloz, asegura que a 20 años de la insurrección del EZLN los pueblos indígenas “están peor”.

Entrevistado en su departamento en la ciudad de México, quien fuera integrante de la Cocopa durante las negociaciones de paz con el EZLN, asegura que su nombramiento obedece al reconocimiento por parte del gobierno federal de que la problemática indígena debe atenderse de inmediato. Esto luego de la reaparición de los zapatistas el pasado 21 de diciembre.

En las paredes de la sala del político priista cuelgan dos cuadros con fotografías donde se le ve junto al subcomandante Marcos en tierras chiapanecas, hace 16 años. Cuenta que el 5 de enero recibió una llamada de la Secretaría de Gobernación pidiéndole que asistiera a una reunión con Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la dependencia. Ese día le plantearon estar frente a la Comisión de Diálogo con los Pueblos Indígenas, otrora Comisión para el Diálogo y la Negociación en Chiapas. El 14 de enero asumió el cargo.

¿A 20 años de la insurrección zapatista, a 16 de los Acuerdos de San Andrés y de las promesas de varios gobiernos, los indígenas están peor?

Están peor. Los indicadores del Coneval señalan que hoy hay una mayor pobreza. Naturalmente hay nuevas condiciones. Se había menospreciado al EZLN diciendo que estaba desarticulado, que no existe, y el 21 de diciembre se vio que tienen una gran capacidad de movilización.

¿Qué lectura le dio el gobierno a este suceso?

Indudablemente mi nombramiento es un reconocimiento a una realidad que no puede ser postergada y debe ser atendida, porque por un lado me parece que es importantísimo lo que hizo el EZLN para volver a meter a la agenda nacional el tema indígena y, al mismo tiempo, recapacitar con los mismos indicadores que el gobierno tiene a su alcance de que las condiciones ahí están sumamente difíciles.

Hablar del tema indígena inevitablemente nos remite al EZLN. ¿Tu objetivo es reunirte con el subcomandante Marcos?

En este momento no. Porque hay toda una serie de historia detrás que me parece necesario que se tengan que construir una serie de condiciones para que la continuidad del diálogo se pueda dar.

¿Qué condiciones?

La regeneración de las condiciones pasa por un aspecto sencillo y complejo que es el reconocimiento de los derechos indígenas en materia constitucional. Todo aquello que quedó pendiente y que fue pactado en San Andrés Larráinzar y que luego fue obstruido tiene que incorporarse a la Constitución. Esa es una condición sine qua non para que podamos continuar el diálogo.

¿Cuándo crees que podrían darse esas condiciones?

Primero, tenemos que construir la Comisión de Concordia y Pacificación. Ya se están dando los primeros pasos. Hay iniciativas para crearla, que es la que la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz digna en Chiapas faculta para ser coadyuvante en este proceso.

En el Pacto por México se señala que las comunidades indígenas serán reconocidas como entidades de derecho e interés público. El tema de la minería es otro tema que está contemplado en el Pacto. Somos el único país —salvo China— donde el estado es el propietario de las minas y donde estas empresas no pagan regalías a las comunidades ni a los municipios donde están instaladas.

De acuerdo con los datos de la Auditoría Superior de la Federación, el precio de la producción que se generó en la industria minera entre 2005 y 2010 fue de 552 mil millones de pesos y de esos solo 6 mil 500 millones de pesos fueron los que generaron impuestos que representan 1.18 por ciento.

En 300 años en el país se produjeron 190 toneladas de oro, y de 2000 a 2010, 420 toneladas de oro. Entonces ¿cómo te puedes explicar que exista una producción inmensa de riqueza en las tierras y territorios en donde viven las comunidades más pobres del país?

¿Hay preocupación en el gobierno por una nueva insurrección indígena?

Hay preocupación en cuanto a que los niveles de pobreza con que el gobierno federal recibe al asumir esta administración están por los suelos. Indudablemente donde hay pobreza hay posibilidades de cualquier cosa. Y por eso creo que hay la determinación de entrarle de lleno a resolver desde el punto de vista constitucional, institucional y programático los problemas que tienen que ver con el tema indígena.

Sin embargo, el antecedente más visible y de mayor importancia de diálogo con los pueblos indígenas, de querer llegar a un acuerdo, fue precisamente el que se logró en Chiapas con los Acuerdos de San Andrés y que no se cumplieron. ¿Por qué ahora crees que las comunidades indígenas sí van a confiar en el gobierno actual?

Creo que en este momento a las que les corresponde actuar son a las instituciones del Estado mexicano. Los indígenas dieron su palabra, dieron su anuencia y sobre todo el EZLN cuando fue a presentar la iniciativa de la Cocopa en ánimo de avanzar.

¿No crees que un signo de buena voluntad sería desempolvar la iniciativa de la Cocopa para que se apruebe?

¡Claro! Uno de los aspectos que platiqué con el secretario de Gobernación es que es necesario reponer el procedimiento legislativo de la Cocopa. Ya hubo un acuerdo que fue aprobado por el pleno de la comisión permanente el 27 de diciembre en en el que todos los partidos acordaron apoyar los Acuerdos de San Andrés. A mí me parece que es un dato significativo. La iniciativa fue presentada, una, en 2001 por un grupo de diputados federales y en 2011 el presidente de la Cocopa, José Narro Céspedes, la volvió a presentar. Creo que hoy que inicia el nuevo periodo legislativo puede ser un buen momento para dictaminar esa ley. La condición sine qua non para que se pueda tener éxito en la regeneración de las condiciones del diálogo es reponer el procedimiento legislativo de la Cocopa.

Si bien el Pacto por México plantea el reconocimiento efectivo de las comunidades indígenas como entidades de interés público y que puedan manejar sus recursos y organizarse libremente, no habla de autodeterminación de los pueblos indígenas. ¿Tú vas a empujar este tema?

Eso ya está en el contenido de la ley y ahí dice con toda claridad que eso se produce en el contexto de la unidad nacional. En ningún momento se está planteando que esa autonomía pudiera generar un proceso de balcanización.

Por otra parte, el tema indígena no solo es Chiapas ni el EZLN. ¿Conoces la problemática de los tarahumaras en Chihuahua, o de los triquis en Oaxaca? ¿Qué va a pasar con ellos?

Te mentiría si yo te dijera que yo los conozco todos, pero sí he andado en luchas importantes y he brindado mi solidaridad a muchas de ellas y la característica común es que falta un contexto legal que permita que se enfrenten en condiciones de mayor equidad para disfrutar sus recursos.

¿Por dónde vas a empezar?

Primero es construir la Comisión de Concordia y Pacificación que es la instancia que la ley te faculta para construir un programa común de trabajo que nos permita ir dando los pasos necesarios, construir los consensos dentro de los partidos, dentro del Congreso, con las direcciones partidarias, con la sociedad civil, con los pueblos indígenas, para generar las condiciones para que esto se pueda dar. Tenemos muy claro que quienes desacreditaron la iniciativa de ley de la Cocopa hoy son empleados, gerentes o miembros de los consejos administrativos de las compañías transnacionales que se beneficiaron
con las privatizaciones.

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