Solicitan donadoras... de leche materna

Debido a que en algunas ocasiones las madres no pueden amamantar a sus bebés, se crearon los bancos de leche materna, de los cuales hay 18 en México.

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Toda madre sana es capaz de producir entre 10 y 20 por ciento de leche extra. (Archivo/Notimex)
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Mónica García Ramírez/Milenio
MÉXICO, D.F.- Entre 60 y 70 por ciento de los recién nacidos en terapía intensiva que se atienden cada año en el Instituto Nacional de Perinatología (Inper) se alimentan con la leche materna donada por mamás que están internadas en el hospital; después de corroborar que no está contaminada, se administra por el Banco de Leche de la institución.

En el lugar se atienden cuatro mil partos de riesgo al año, mientras que alrededor de mil 200 recién nacidos deben atenderse en las áreas de terapia intermedia e intensiva. Para ello es necesario contar con leche humana (directa de la mamá o del banco de leche), toda vez que en ocasiones la progenitora no puede proporcionarles la que su cuerpo produce.

"A pesar de todo, la cantidad que se tiene no es suficiente", dijo la Silvia Romero Maldonado, pediatra y jefa de cuidados intermedios al recién nacido del Inper y encargada del banco.

Desde 2012 el Banco de Leche se encarga de recolectar, procesar y entregar un producto de "buena calidad" a un recién nacido prematuro o al que su madre no puede alimentar y "todavía falta cubrir pacientes; al resto se les alimenta con sucedáneo".

Actualmente se cuentan con 18 bancos de este tipo en México y la meta es llegar a los 60 o un poco más; mínimo dos por estado, dependiendo de la demanda.

Las donadoras pueden ser internas —mamás que se atienden en el instituto y dan la leche que ya no necesita su hijo— y las externas —aquellas cuyo hijo no nació en el Inper y tienen la capacidad de donar ese extra.

"Hemos ido incrementando de cinco litros a entre 10 y 15 al mes; en julio recibimos alrededor de 27", dijo la pediatra, al mismo que tiempo señaló que "van por buen camino" con esa cantidad de leche donada, que contando con la que dona la madre para su propio hijo, dan un resultado de 200 litros al mes, "pero necesitamos recolectar más", apuntó.

Las causas más frecuentes por la que una mamá no puede amamantar es porque son pacientes con presión alta que terminan en terapia intensiva, tienen cáncer, insuficiencia renal o son portadoras de VIH.

Toda madre sana es capaz de producir entre 10 y 20 por ciento de leche extra, aparte de lo que requiere su hijo, ésta es la que solicitan se done al instituto.

La relevancia de alimentar a un bebé hasta los seis meses con leche materna es porque ésta tiene sustancias inmunológicas que van a ayudar a los niños prematuros a disminuir infecciones, como la enterocolitis necrosante (inflamación y necrosis del intestino).

"Además que está comprobado que incrementa el coeficiente intelectual —de seis a ocho puntos más— en comparación con aquellos niños que fueron alimentados con sucedáneo de leche humana", señaló Romero Maldonado.

Proceso

La leche materna donada es analizada para corroborar que no está contaminada (cabello, pestañas, pellejos del pezón y sangre); para vaciarla en frascos de 100 mililitros que se cierran con una tapa para proteger el producto.

Se colocan en rejillas donde caben 24 frascos, se cierra y se calienta el producto a 62.5º C por media hora. Después de la pasteurización, los frascos se someten al choque térmico o frío, —a cuatro grados los primeros 15 minutos—; estando ahí se toma una muestra de cada frasco y se depositan en tres tubos, esto para revisar la Acidez Dornic que permite ver la calidad de la proteína de la leche, pero también determina a qué bebé se le debe dar: si es acidez por debajo de cinco de ph, va para los infantes prematuros; cuando la acidez es de entre cinco y ocho va para el resto de los niños; por arriba de ocho no puede ser utilizada.

También se realiza otro estudio para determinar la cantidad de calorías y el aporte energético que tiene. Es introducida en pequeños frascos para llevarlos a una centrifugadora en donde se somete a 130 revoluciones por 10 minutos.

Después de tomadas las muestras se meten al congelador, donde se mantiene la temperatura de la leche hasta que se vayan a utilizar. Cuentan con tres refrigeradores: uno para la de las mamás del hospital, otro para la donada y uno más para la pasteurizada.

Además cuentan con cámaras de seguridad donde tanto la leche de las internas como la donada se deposita para que no haya contaminación; en cuanto se colocan los frascos se cierra la cámara y en la parte interna —donde se realiza la pasteurización— las enfermeras recogen el producto.

El Banco de Leche tiene una estructura como la de un laboratorio tipo dos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades: cuenta con un sistema de luz ultravioleta que al estar en contacto con el oxígeno se transforma en ozono y esteriliza el área, cuando se hace este procedimiento no debe haber ninguna persona en el lugar.

Las paredes son lisas y de fácil lavado al igual que el piso, el instituto cuenta con epóxido (piso industrial), las esquinas deben ser curvas para que "no se detenga la suciedad", con lo que se cumplen los lineamientos que garantizan que los procesos se hacen de forma esterilizadora.

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