Agencias
MÉXICO, DF.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por la muerte violenta de al menos 24 personas en el Centro de Reinserción Social número 2 de Gómez Palacios, Durango, e instó al Estado a adoptar las medidas para evitar la repetición de estos hechos, así como para investigar y sancionar a los responsables.

De acuerdo con la información que tiene la CIDH, el martes 18 de diciembre de 2012, 15 internos y nueve agentes de custodia murieron en un enfrentamiento con armas de fuego a raíz de un intento de fuga.

Por ello urgió a las autoridades mexicanas a prevenir brotes de violencia en los centros penitenciarios y recordó al Estado que el desarme de la población reclusa y los controles efectivos del ingreso de armas y otros objetos ilícitos son medidas concretas que debe adoptar para reducir los índices de violencia, según informa Milenio.

La CIDH destacó que los Estados son garantes de los derechos de las personas privadas de libertad y que tienen el deber fundamental de asegurar el control y la seguridad interna de las cárceles.

Manifiestó su profunda preocupación por los altos niveles de violencia en los centros penales del norte de México, en los que constantemente se registran motines, enfrentamientos, fugas y otras irregularidades.

En sus comunicados 21/2012, 79/2011 y 9/10 se manifestó respecto a la muerte de 44 internos del Centro Penal de Apodaca, Nuevo León, el 20 de febrero de 2012; la muerte de 30 reclusos del Centro de Ejecución de Sanciones de Altamira, Tamaulipas, el 4 de enero de 2012; la muerte 17 reos del Cereso de Ciudad Juárez, Chihuahua, el 25 de julio de 2011, y la muerte de 23 reclusos en el Cereso 1 de Durango, ocurrida el 20 de enero de 2010.