Familiares piden prueba de vida de médicos desaparecidos

Aseguran que los doctores y dos personas más fueron detenidos en un retén del Fusdeg.

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Imagen de la rueda de prensa que familiares de los médicos desaparecidos realizaron en días pasados para pedir a las autoridades su intervención para buscarlos. (81siete.com)
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José Antonio Belmont/Javier Trujillo/Milenio
GUERRERO.- Para los familiares de los médicos y de dos personas más desaparecidas desde el pasado 19 de junio en Guerrero, es claro quiénes son los responsables: las policías comunitarias de la zona rural de Acapulco.

De acuerdo con los parientes de las víctimas, el auto Ibiza en el que se transportaban los profesionistas fue detenido en un retén a la altura de la comunidad de Xopala por el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg), el grupo lo niega.

"El gobierno del estado y la fiscalía saben qué grupos armados predominan en esa zona: las llamadas policías comunitarias que no son las originales de San Luis Acatlán, sino unas que se formaron a partir de una escisión.

"Les han de haber hecho el alto y no lo acataron y fue cuando le dispararon a la llanta que es donde verificamos que hay impacto de bala", relata Romualdo Hernández, tío de uno de los desaparecidos, quien argumenta que en la entidad es vox populi la forma en que actúan estos grupos armados.

Se une a la petición del gobierno del estado, pero él, con certeza, les solicita directamente a las policías comunitarias de la zona "una prueba de vida" de los desaparecidos, y en consecuencia, entablar comunicación para que sean devueltos a salvo, cuyos cuerpos —según la fiscalía del estado— fueron encontrados el lunes pasado en Santa Bárbara, Chilpancingo.

Hernández dijo que la propuesta del diálogo con los grupos armados será través de una comisión integrada por representantes de organizaciones de derechos humanos, de la Iglesia católica, así como de padres de familia y medios de comunicación.

En entrevista, relacionó la desaparición de sus familiares con el enfrentamiento entre policías comunitarias del pasado 6 de junio en Xolapa, al explicar que al ser detenidos en el retén e identificados como médicos, se los llevaron para atender a los heridos que quedaron por estos hechos en los que murieron 16 personas.

"Esta retención se debe a que dos de ellos son médicos y que les puedan estar atendiendo a sus heridos o a gente enferma de sus comunidades.

"Nosotros tenemos la disposición de buscar una comunicación y que nos den una prueba de vida, y si es así nosotros vamos a solicitar que no haya intervención de ninguna autoridad policiaca local, del Ejército o la Marina", puntualizó.

En respuesta, el Fusdeg rechazó estos señalamientos y aseguró que desde dicho enfrentamiento "desde Tierra Colorada hasta Xaltianguis (pasando por Xolapa)" no se ha instalado algún retén.

De igual forma, este movimiento de autodefensa afirmó que desde esa fecha en Xolapa, "y en especial ese tramo (donde presuntamente fueron detenidos los médicos)", "la única policía" que tiene presencia es la estatal.

El Fusdeg exigió al gobierno "inepto de Rogelio Ortega y a su fiscal" que no busquen desviar la atención ni manipular la opinión de los familiares, a quienes ofrecieron que "las puertas de nuestras bases están abiertas y nosotros seguiremos investigando por nuestro lado para dar un resultado eficaz".

La ruta

El 18 de junio, Marvin Hernández y Raymundo Tepeque salieron juntos del hospital comunitario de Petatlán, donde trabajaban para pernoctar en Acapulco, pues al día siguiente viajarían a Chilpancingo para renovar su contrato, lo cual realizan cada seis meses.

Por la mañana salieron y completaron los trámites, confirmó Tepeque en una llamada telefónica a su esposa.

Ambos se encontraron en la capital del estado con sus dos amigos Julio César Mejía y José Osvaldo Ortega; el primero laboraba en la Secretaría de Salud; mientras que el segundo le proveía muebles de oficina al gobierno de Guerrero.

Los cuatro permanecieron el municipio de Juan Escudero hasta las 20:00 horas, donde bebieron "dos, tres" cervezas con Juan Dante Manzo, otro médico que les ofreció que se quedaran a dormir y se fueran al día siguiente, pero "los jóvenes argumentaron que no iban preparados y decidieron trasladarse a esa hora a Acapulco".

La última comunicación fue un mensaje de Marvin a las 20:20 horas diciendo que no podía contestar porque iba manejando.

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