Agencias
TOMATLAN, Michoacán.- Los pobladores de Buenavista, Tomatlán decidieron anoche mantener a sus hombres armados en los retenes montados desde hace varias semanas en diferentes puntos de esa comunidad y aseguraron que no permitirán la entrada de las fuerzas armadas a la cabecera municipal.

Este desafío ocurre tras el incidente del miércoles, cuando el Ejército detuvo a cuatro integrantes de la autodefensa. En respuesta, un general y más de 20 elementos de tropa fueron retenidos en las oficinas de la policía municipal hasta que hubo un canje de unos por otros.

El secretario de la Defensa, el general Salvador Cienfuegos, advirtió el martes pasado que, si las autodefensas eran sorprendidas con armas, serían detenidas y puestas a disposición de las autoridades competentes.

La Policía Federal sí podrá ingresar a la zona, de acuerdo con lo que decidieron unas 200 personas reunidas frente a la presidencia municipal.

“El Ejército no puede entrar aquí. Así lo decidimos. Y nosotros vamos a seguir portando armas en los retenes que tenemos aquí y en la entrada del pueblo, en el puente (justo donde fueron capturados sus cuatro compañeros)”, dijo a MILENIO quien se ostentó como vocero luego del mitin.

—¿Qué pasará si viene el Ejército los vuelve a detener y desarmar?

—¡No nos vamos a dejar!

—Puede haber un enfrentamiento...

—Ni modo, pues no enfrentamos…

Ni modo. El reto. Ahí, en el retén ése, el del conflicto, los pobladores colgaron una manta:

“Preferimos morir con las balas de la Policía Federal y del Ejército que con las de Los Caballeros Templarios”. Es decir, que según dicen, prefieren enfrentarse al Estado que al crimen organizado. La mirada se les ve tan decidida como bronca es la región.

Ahí estaba uno de los cuatro detenidos. Por el momento ninguno de sus compañeros (una veintena) ni él portan armas, o no están a la vista, pero de cuando en cuando revisan algún coche que transita por la carretera y que les parece sospechoso. Cuatro camionetas de la Policía Federal con cuatro elementos cada una fueron estacionadas en el lugar. Los efectivos, con armas de alto poder, simplemente miran lo que ocurre, pero no intervienen.

"Los militares nos trataron bien, dicen integrantes de la autodefensa detenidos el miércoles"

El muchacho que estuvo preso, de 23 años, dice trabajar en una tortillería y cuenta que los soldados los trataron bien, que no los vejaron. Simplemente les pidieron sus armas para revisarlas, y una vez hecho esto, los subieron en camionetas pick up y se los llevaron a Apatzingán y luego a Morelia. Solo se queja de un par de elementos que, dice, los amedrentaron sicológicamente en el camino al decirles que si no daban toda la información que les requirieran, serían golpeados.

Otro detenido, un hombre treintón, entrevistado en La Ruana, sitiado por el crimen organizado durante semanas (no había gasolina, gas, alimentos ni medicinas), coincidió en la versión del trato correcto de los militares, salvo por ese incidente.

La mayoría de la gente en las calles, en los negocios, dice lo mismo: que no se van a desarmar hasta que el gobierno federal capture a los miembros del cártel que los ha asolado.

Sin embargo, hay división en el pueblo: mucha gente sí quisiera que el Ejército patrullara en la cabecera y sus colindancias. Así se evidenció en la asamblea de la tarde-noche. De hecho, en una glorieta hay otra manta en la que se pide que el Ejército y la Policía Federal permanezcan en el lugar.

Por lo pronto, el día después de la crisis hay tranquilidad en las calles, los negocios abrieron, la gente anda tranquila y, por supuesto, ningún soldado puso un pie aquí. La Policía Federal sí: vehículos artillados circulan por el lugar. Como si no hubiera pasado nada aquí: por la noche la gente se reunía en barecitos para ver la final del futbol.

Para esas horas el recuerdo de los militares encerrados por una muchedumbre se había desvanecido, pero la angustia no se difumina del todo: una mujer de las autodefensas que vivió siete años en Estados Unidos y procreó dos hijos allá confiesa que ella y una amiga que la acompaña quieren volver, huir de aquí.

“Estoy con el pueblo, participo en las autodefensas, aquí daría la vida si yo estuviera sola, pero por mis hijos yo preferiría irme del lugar, que Obama nos diera asilo político, porque muchos michoacanos somos como perseguidos en nuestra propia tierra por el asedio de los criminales.

Buenavista Tomatlán el día después, y su desafío…