Pedían que nos mataran: hermano de exalcalde

Narra René Valencia el secuestro a manos de autodefensas que los relacionaron con los Caballeros Templarios.

|
René Valencia cuentá como autodefensas los amenazaron de muerte porque se negaron a apoyar su movimiento. (Milenio)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
MÉXICO, D.F.- Integrantes de las autodefensas de Michoacán levantaron en 2013 al hermano y al padre del presidente municipal de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, y, azuzados por el grupo político afín al exalcalde Uriel Farías —entre quienes estaba su esposa, Ana Villalobos— amenazaron con asesinarlos ante la negativa del munícipe de apoyar su movimiento.

René Valencia, hermano del alcalde que después de gobernar en el exilio más de ocho meses solicitó licencia por temor a más represalias contra él y su familia, narra la forma en que fueron secuestrados durante horas y el peligro que corren sus vidas luego de que Farías los vinculó con el grupo criminal de Los caballeros templarios.

En entrevista con Carlos Marín para el programa El Asalto a la Razón, en Milenio Televisión, René señala que el entonces gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, actual secretario de Gobierno, les “recomendó” que salieran del estado para salvaguardar su “integridad física”.

Cuenta que fue el 10 de septiembre de 2013 cuando un convoy de cuatro camionetas y 20 sujetos armados se lo llevaron junto con su papá, José Valencia, a la ganadera Los Corrales, en el municipio de Tepalcatepec.

Órdenes para matar

“Ahí es donde los ganaderos realizan sus asambleas anuales y venden el ganado. En ese lugar nos separaron a mi padre y a mí. Uno de los comandantes (de las autodefensas), Juventino Cisneros, apodado El Tilín fue quien recibía las órdenes por radio para matarnos, pero él se negó, porque es pariente de mi padre.

“Por radio pedían que nos mataran, que nos madrearan, que nos amarraran. Luego llegaron al lugar las encargadas de la política, cuando por radio y con cohetones avisaban a la gente que se juntara, porque tenían a un par de templarios y que el pueblo decidiría qué harían con nosotros. Pasaron como dos horas”, narra René al director editorial de Grupo Milenio.

En la charla dio nombres de las “señoras de la Comisión Política” de las autodefensas, entre las que estaba Ana Villalobos, esposa de Uriel Farías, y quien fungió como alcalde interina cuando su marido fue a prisión como consecuencia del llamado michoacanazo.

“Ella, junto con Josefina Alemán, La Chepa, y Juana Francisca, La Ticha (quien en su momento fue la titular de la oficina para la atención de la mujer en el periodo de Uriel Farías) empezaron a insultarnos a mi padre y a mí.

“Nos gritaban, nos insultaban, nos decían que éramos templarios. La esposa de Uriel nos decía que ya no éramos bienvenidos en Tepalcatepec, que teníamos que irnos y que le dijera a mi hermano que se cuidara. Yo les pedí una disculpa, pero me quitaron el teléfono, no me amarraron, tampoco me golpearon ni a mi padre”, señala.

El hermano del alcalde refiere que antes de que fuera privado de su libertad, él estaba en Morelia, hasta donde llegó su papá para convencerlo de que regresara a su hogar en Tepalcatepec, pues “no había problema alguno”.

Nunca lo habían molestado

“Mi papá platicó con uno de los líderes de autodefensa, porque mi papá estaba allá. Nunca lo habían molestado a él para nada. Entonces mi papá viene para Morelia y me dice: ‘Mijo, no hay ningún problema, puedes ir a Tepalcatepec, vamos, llévame’.

“Al final accedí y fui y llevé a mi papá a Tepalcatepec, llegamos a la casa, dejo las maletas, saludé a varios amigos, de ahí nos habían invitado a consumir unos alimentos, un pozole, con una persona que es amiga de mi mamá y de mi papá. 

“Ahí en la colonia Los Olivos, empezamos a saludar, cuando pasa una moto con un chavo con un radio y me dice ‘mira, esos son de los autodefensas, mejor retírate, no vaya a pasar algo’. Y sí, dicho y hecho, como a los 5, 6, 7 minutos, llegó un convoy de camionetas, me agarraron a mí y a mi padre”. 

Después de haberlos privado de su libertad ningún integrante de la familia Valencia ha vuelto a pisar Tepalcatepec, donde les dejaron bien claro que si los veían otra vez los iban a matar. 

Lo más leído

skeleton





skeleton