Agencias
MÉXICO, D.F- La vergüenza es el instrumento que se utiliza para hacer conciencia en los jóvenes y con ello inhibir el consumo del tabaco, así lo plantea la segunda etapa de la campaña Un minuto contra el cáncer, denominada millennials, y diseñada por el Patronato del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

En esta se aprecia a un adolescente, en plena fiesta, que ve a su madre bailar twerkin, provocándole vergüenza con sus amigos. Otros, no toleran ver a sus papás vestidos de darketos o de raperos, porque consideran que se ven ridículos; "tu madre se ve ridícula haciendo twerking #Asítevesfumando", "tú mama se ve ridícula de dark #Asítevesfumando", son los eslóganes estratégicos de la campaña centrada en inhibir el consumo de tabaco en dicho sector de la población.

"Es de teens para teens, dedicada a combatir el tabaquismo juvenil. Tenemos que revelar la verdad de éste. Fumar esta out y no fumar es in, esa es la terminología", explicó Alfredo Cantú, director ejecutivo del Patronato del Incan al dar a conocer un avance de la campaña Millennials, que surge después de la serie de spost televisivos con artistas y líderes de opinión, quienes convocaban a los adultos a cuidar su alimentación, hacer ejercicio, autoexplorarse senos o testículos y evitar la exposición de la piel en los rayos del sol.

Cantú presentó a investigadores, científicos, oncólogos y expertos en tabaquismo de los institutos nacionales de Cancerología y de Salud Pública, de los Centros de Integración Juvenil, del MD Anderson Cancer Center (EU) y autoridades sanitarias de Colombia y Perú, parte de la estrategia contra el tabaquismo que se lanzará a principios de 2016 "para lograr una generación libre de humo".

Para ello, detalló Cantú, hicieron un profundo análisis, soportado en evidencia social y científica de cómo se puede llegar a los adolescentes cuando éstos suelen ignorar los consejos de sus padres y buscan rápido su independencia.

"Un adulto no puede decirle qué no hacer ni pretender darle respuestas a sus necesidades. Ese error ha provocado que muchas campañas sean bajadas por discriminatorias. Los adolescentes solo le hablan a los adolescentes, por ello a este esfuerzo se sumó la actriz Loreto Peralta", quien participó en la película No se aceptan devoluciones, y otros vloggers que tienen más seguidores o followers que un noticiero formal en televisión.

El contenido, aclaró, está sustentado en protocolos clínicos y médicos, en estudios e información proporcionado por los Centros de Integración Juvenil, por el instituto de adicciones del DF y asesorías del MD Anderson, para llevar al adolecente a decir "no quiero fumar".

Con el lenguaje de los jóvenes

Señaló que llegaron a la conclusión de que la campaña debe apropiarse del lenguaje que usan los jóvenes y hacerse presentes en las redes sociales que suelen usar para socializar, asimismo los espacios cibernéticos utilizados por vloggers y youtubers.

"Los millennials son digitales, dominan la tecnología. Sus relaciones básicas se basan en una pantalla, en el mundo virtual; 59 por ciento ve películas por internet y 41 por ciento por televisión. Están por lo menos siete horas conectados, "por eso la estrategia en 2016 no será el uso de los medios tradicionales porque no suelen ver noticias por televisión o informarse en el diario. Recurren a otros medios alternativos. No le hacen caso a sus padres, pero sí a los vloggers y a los youtubers".

Detalló que el estudio efectuado para diseñar la campaña señala que 78 por ciento de los millennials en América Latina tiene un teléfono móvil y están constantemente conectados a la web, 45 por ciento reconoce que no puede estar un solo día sin su smartphone, son críticos y exigentes y ya no ven a Facebook como un medio para interactuar, tienen otros espacios".

En las reunión de la Iniciativa México, Texas y Colombia contra el Tabaquismo, Cantú explicó que se debe partir de la realidad de que esta generación ve a los adultos como anticuados y que a pesar de que puede subir a Instagram fotos aparentemente divertidas con el cigarro, también están muy consciente de su entorno y de lo que es saludable, que no desea "seguir los vicios de sus antecesores", libre de prejuicios.

Esa área es una gran oportunidad para "lograr que el cigarro les genere rechazo" y la forma ideal de hacerlo es usando sus propios conceptos de lo que les resulta ridículos. "Hablemos entonces de lo ridículos que se ven los teens" a través de un reflejo, esto al mostrarles a sus padres actuando como ellos.

La campaña, avalada por el Incan, debe ser demasiado directa para evitar que cada año 3 mil menores de edad prueben su primer cigarro y otros 700 se conviertan en fumadores compulsivos.