Jefas de familia sobreviven con el autoempleo

Cada vez son más las madres solteras que además de tener éxito en los negocios, lo tienen con sus familias.

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Las mujeres han demostrado que son capaces de sacar adelante a sus familias, solas. (Archivo Notimex)
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Agencias
GUADALAJARA, Jalisco.- Como jefas de familia, Claudia Sánchez y Martha Cruz se abocaron a las filas del autoempleo para sacar adelante a sus hijos, con lo cual demuestran que sí es posible organizarse para mantener y educar a sus descendientes.

En entrevista con Notimex, ambas mujeres, de 46 años y divorciadas, coincidieron en que trabajar no es un sacrificio porque les gratifica ser autosuficientes, pero admitieron que el problema es el cansancio al ocuparse no solo del gasto familiar sino de las tareas del hogar y de la formación de sus hijos.

Fabricación y venta de joyas

Claudia Sánchez, psicóloga de profesión, se dedica desde hace más de siete años a fabricar y vender joyería, actividad que le da para ofrecerles a sus hijos de 15 y 7 años una vida digna y sobre todo, una buena educación y formación.

"No es algo terrible trabajar, me llena eso de satisfacción, pero la carga pesada es la educación, el sembrar valores, esa parte de espiritualidad en mis hijos, de respeto hacia los demás, su formación, eso sí me agobia", afirmó.

Claudia, quien termina su jornada diaria a la una y media de la madrugada, comentó que para la subsistencia familiar se vio en la necesidad de hacer una reestructura económica personal para salir adelante con los compromisos.

Además de ser psicóloga, trabajó antes de tener su propia empresa en diferentes radiodifusoras con un programa de noticias y entrevistas, y por un tiempo combinó esta labor con el comercio informal "vendiendo franelas para joyería".

"Hasta la fecha vendo franelas para joyería, tengo una fuerte cartera de clientes y de esa forma conocí mucho el ámbito joyero y empecé a fabricar pulseras, llegué a vender hasta 600 entre mis amistades y después me pidieron collares y aretes, por lo que decidí estudiar diseño de joyería", recordó.

Relató que el negocio creció, incubó formalmente una empresa con toda la legalidad que se requiere, abrió una página web y ahora da la oportunidad de empleo a muchísimas mujeres que venden sus joyas a lo largo y ancho de toda la república mexicana.

Añadió que también exporta, pero tras la crisis global sus ventas a otros países disminuyeron hasta en un 98 por ciento. Sin embargo, el negocio de las joyas lo ha posicionado como de primera necesidad al dar a ganar dinero a muchas otras personas.

Ropa de segunda mano

Por su parte, Martha Cruz, divorciada con dos hijas una de 18 y otra de 15 años, tomó la decisión de poner un establecimiento con venta de ropa de segunda luego de quedarse sola y no conseguir empleo como periodista, profesión que desempeñó antes de ser madre.

Aseguró que el emprender este negocio le ha dado la satisfacción de sacar adelante a sus hijas y además, con el ejemplo, afirma que les ha demostrado que sí se puede salir adelante de una u otra forma.

Mencionó que al no tener otra entrada le dedica mucho tiempo a su negocio de ropa, pero el lado bueno, dijo, es que le permite convivir en familia porque es propio y después de la escuela sus hijas le ayudan a trabajar en la tienda.

"Estar sola, trabajar y ser jefa de familia es algo contradictorio, porque es difícil salir adelante pero al mismo tiempo en esa lucha se involucran mis hijas y estamos más unidas que nunca, incluso se enseñan a valorar más las cosas y se administran mejor", aseguró.

Agregó que este negocio de ropa usada es uno de los grandes aciertos en su vida porque "las tres hacemos un equipo, le echamos ganas y nos da no para subsistir sino para vivir, para pagar una renta, para darnos nuestros gustos y para todo lo necesario", recalcó.

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