Joven con Asperger quiere casarse

Ricardo Adaír demandó en los tribunales anular el “estado de interdicción”, que lo obliga a tener un tutor para tomar decisiones.

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Ricardo Adaír Coronel Robles quiere ejercer sus derechos. (Foto de Facebook)
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Alejandro Madrigal/SIPSE
MEXICO, D.F.- A sus 24 años, Ricardo Adaír Coronel Robles tiene un sueño: poder tomar decisiones, como ejercer su derecho al voto, casarse, obtener su licencia de manejo y viajar por el mundo.

Ricardo tiene claros sus planes y sus limitaciones, las cuales expone sin ningún problema. De hecho, viaja por el mundo contando que padece síndrome de Asperger, una discapacidad mental del tipo autista que le impide socializar y comprender los sentimientos e intenciones de otras personas.

Por ello sus padres solicitaron ante un juez de la Ciudad de México declararlo en estado de interdicción, que significa tener un tutor que decida por él, en este caso su madre, Lucía Robles, que tome las decisiones para que éstas no impacten su vida en forma negativa.

Pero Ricardo responde de manera favorable y su manera de desenvolverse en el trabajo rompe con el esquema de su discapacidad, quiere su independencia. Incluso, en su trabajo, como becario en el Museo Soumaya de la Fundación Carlos Slim, el viernes pasado le ofrecieron una plaza con prestaciones y sueldo como cualquier otro empleado, para poder integrarse al área de información del museo.

“Me dieron la oportunidad de un contrato como empleado en un par de meses, con prestaciones y ganar más dinero. Esto es una gran oportunidad de trabajo para mí y me siento muy contento”, platica con soltura Ricardo.

Cada miércoles, viernes y domingo Ricardo es de los primeros en llegar al Museo Soumaya, en la colonia Irrigación, al norte de la Ciudad de México; su mamá la mayoría de las veces lo acompaña y le permite llegar solo a casa en la zona de Villa Coapa al sur de la ciudad de México.

El Museo Soumaya fue la única institución que creyó en él. Incluso, la cuenta oficial del museo en redes sociales ha impulsado su caso y creado los hashtags: #TodosSomosRicardo, #CasoRicardo y #RicardoSomosTodos.

La demanda

En julio de 2011, Ricardo a través de su equipo de abogados, Paula Méndez Azuela y Andrés Aguinaco Gómez-Mont, presentó una demanda contra el Gobierno de la Ciudad de México y la Asamblea Legislativa, debido a que son las autoridades responsables de haber legislado e implementado la figura de interdicción en el Código Civil capitalino, que suprime el derecho a tomar control de su propia vida.

“Presentamos el amparo, parte de la estrategia es que Ricardo firmara, él iba a ampararse, no un abogado, él. Y el juez de amparo le dijo que no tenía la capacidad, que debía asistirle alguien. Esto es gravísimo, porque no se le permite llevar a cabo los actos más elementales, que son defender sus derechos”, explica la abogada Méndez.

En México hay alrededor de un millón de personas con disfunción intelectual, ante esta cifra y en beneficio de Ricardo, el Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del Distrito Federal (Indepedi) indicó que debe existir una reforma en el artículo 460 del Código Civil local para no limitar a estas personas.

Juan Armando Ruíz, director del Indepedi expresó: “para mí alguien que es capaz de levantar la voz y decir ‘esto no es justo, estoy privado de mis derechos’, es una persona a la que se le debe reconocer el valor e incluso dudar del sistema. El precedente es que cualquier persona sujeta a un juicio de interdicción puede solicitar la revisión de su caso”.

El caso ya fue atraído por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que la resolución puede darse en solo seis semanas, como lo plantea Paula Méndez.

“El sistema está hecho para darle protección a Ricardo; sin embargo, vulnera sus derechos, nosotros pedimos que los artículos 23 y 460 del Código Civil local se declaren inconstitucionales y se adopten leyes y medidas para darle una protección adecuada que se ajuste al caso de Ricardo, pero respetando sus derechos”, explica la abogada.

Aunque Ricardo es vocero de la Confederación de Mexicana de Familias a favor de Personas con Discapacidad Intelectual, con la que ha expuesto su caso, las autoridades capitalinas consideran que no puede valerse por sí mismo.

“Quisiera decirle a las autoridades que nadie es incapaz, todos merecemos ser personas como cualquiera”, concluye Ricardo Adaír.

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