Un joven que logró escapar del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) reveló detalles sobre su adiestramiento en el Rancho Izaguirre, un crematorio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, donde cientos de personas fueron privadas de su libertad y asesinadas. 

El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció el hallazgo de restos humanos, prendas y objetos personales en la finca. Indira Navarro, lideresa del grupo, compartió con Radio Fórmula el testimonio de uno de los sobrevivientes, quien describió el lugar como “la escuelita del terror”. 

Según el relato, el rancho operaba desde hace más de tres años como un centro de adiestramiento del CJNG.

Los jóvenes reclutados eran obligados a pelear entre ellos para demostrar su resistencia.

“Muchos no aguantaban el adiestramiento, unos por quejarse los mataban, otros caían y morían. Nosotros teníamos que cavar fosas, poner una cama de piedras, rociar gasolina y prender fuego”, contó el sobreviviente. 

Tres fases del adiestramiento del CJNG 

El Rancho Izaguirre era solo la primera etapa del entrenamiento. Los reclutas recibían un pago, pero se les descontaban gastos de comida y otros insumos.

Quienes lograban sobrevivir eran enviados como sicarios a Zacatecas y Michoacán, zonas con alta presencia de grupos criminales. 

En caso de superar esta segunda fase, los reclutas recibían entrenamiento avanzado impartido por exmilitares colombianos y “kaibiles”, soldados de élite guatemaltecos. “Si sobrevivías, ya pasabas al siguiente nivel”, relató Navarro en la entrevista. 

El CJNG continúa expandiendo su presencia en México, utilizando métodos brutales para reclutar y adiestrar a jóvenes, quienes muchas veces terminan siendo víctimas del propio cártel.

Con información de Infobae