Mamás mexicanas 'desconfían' de la leche materna

Estudios señalan que el aumento de la incidencia de cáncer de mama se debe a que cada vez menos madres amamantan a sus bebés.

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"Se me facilitó más darle la fórmula", señaló una mamá trabajadora. (Agencias)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- A pesar de las conocidas ventajas de la leche materna y de vigorosas campañas internacionales explicando sus bondades, las madres mexicanas piensan que la leche en biberón es mejor.

El porcentaje de mujeres que amamantan a sus hijos ha caído enormemente en los últimos seis años y en la actualidad apenas una de cada siete mujeres con hijos recién nacidos le dan leche materna exclusivamente a sus bebés en los primeros seis meses de vida, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. México aparece entre los últimos lugares de América Latina en la tabla que mide ese porcentaje.

Algunos expertos hablan de una crisis de salud pública en un país donde mucha gente vive en extrema pobreza, sin agua potable y en el que la educación es deficiente, de acuerdo con AP.

México tiene la tasa de mortalidad infantil más alta entre los 40 países con las economías más grandes del mundo. Entre el 2005 y el 2010, la incidencia de cáncer de pecho creció a un ritmo dos veces más rápido entre las mujeres mexicanas y algunos estudios atribuyen ese incremento al hecho de que cada vez se amamanta menos a los bebés, ya que hay estudios que indican que la lactancia disminuye un 50% o más las posibilidades de una mujer de contraer cáncer.

"Es necesario terminar con muchos mitos sobre la lactancia entre la población"

Las autoridades dicen que una "invasión" de avisos de alimentos para bebés, la falta de regulación para las compañías que producen comidas para recién nacidos y el hecho de que los médicos no promueven debidamente la importancia de amamantar al hijo han hecho que las mujeres confíen exageradamente en la leche de fórmula.

"México es un ejemplo de lo que no se debe hacer", expresó Marcos Arana Cedeño, experto en nutrición infantil y asesor en el campo de la salud del gobierno del estado de Chiapas. "Es el ejemplo más claro de retroceso en lactancia materna".

Alimentar a los bebés con leche de pecho es algo que salva vidas en las naciones en desarrollo, donde los niños tienen mayores posibilidades de morir de diarrea o neumonía. 

La OMS dice que la lecha materna es mejor que la de fórmula porque tiene más sustancias nutritivas y anticuerpos que protegen al bebé de infecciones, y recomendó que los niños reciban únicamente leche materna en los primeros seis meses de vida.

El porcentaje de madres que amamantan a sus bebés cayó del 22% en el 2006 al 14% el año pasado, según la Secretaría de Salud.

Solo la República Dominicana tiene un porcentaje de mujeres que amamantan a sus bebés más bajo, del 8%. En Brasil y Colombia, por el contrario, ese porcentaje subió, al 47% en el caso de Colombia y el 39% en Brasil.

Labor imposible

Para muchas madres que se incorporaron a la fuerza laboral urbana como consecuencia de la expansión de la economía, amamantar al bebé y trabajar es casi imposible.

"Como tenía que trabajar y no lo podía dejar con el puro pecho, le empecé a dar pecho y fórmula", expresó Ruth González, gerente de una empresa textil.

González amamantaba a su niñito, Luis, solo a la noche, de regreso del trabajo. Durante el día el pequeño recibió fórmula en el primer mes, y a partir del segundo solo fórmula. "Se me facilitó más darle la fórmula", dijo la mujer.

Incluso en las zonas rurales la tendencia es la misma. El porcentaje de mujeres que amamantan cayó a la mitad en áreas rurales pobres, donde los bebés están expuestos a más problemas sanitarios, según el estudio del Departamento de Salud.

Los nutricionistas se quejan de que México no adoptó los lineamientos internacionales que elaboró la OMS en 1981, en los que pidió a los países miembros, como México, que limiten la cantidad de muestras gratis que puede entregar una empresa y que impidan que representantes de las firmas traten de venderle sus productos a las madres directamente. México no ha adoptado leyes que incorporen esas recomendaciones.

"Es realmente una tragedia", dijo Teresa González de Cossío, nutricionista que investiga el tema de la leche materna con el Instituto Nacional de Salud Pública. "No hay monitoreo del código, no hay metas de lactancia materna. No hay un estado que ponga metas ni calendario".

Esfuerzo insuficiente

Países como Brasil y Estados Unidos han lanzado campañas nacionales en las que se recalca la importancia de amamantar al bebé. En Estados Unidos el porcentaje de madres que lo hacen subió del 11% del 2007 al 16% en el 2012, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades. Si bien ese porcentaje sigue siendo demasiado bajo para los expertos, rebasó a México y sigue subiendo.

En Brasil se interrumpió una tendencia a la baja en los años 80 limitando la publicidad de comidas de fórmula y difundiendo información en horarios centrales, en la que personalidades nacionales le restan peso a mitos populares entre las madres, como el de que no pueden amamantar si sus pechos son demasiado pequeños.

"El médico me dijo que la leche materna ya no sirve, hasta le va a hacer daño"

México deja que las empresas se regulen a sí mismas, siguiendo los parámetros de la OMS. Tiene normas según las cuales los hospitales y los médicos deben orientar a las madres sobre el tema, pero no castiga a nadie si no se siguen los lineamientos.

Rufino Luna Gordillo, director general adjunto de Salud Materna y Perinatal de la Secretaría de Salud, dice que el gobierno está reanudando las investigaciones periódicas del trato que se le da al tema en hospitales públicos y privados, política adoptada a comienzos de los años 90 que había sido olvidada.

"Es claro que estos esfuerzos no han sido suficientes para conseguir los niveles óptimos de lactancia", manifestó Luna en una declaración escrita. "Es necesario terminar con muchos mitos sobre la lactancia entre la población, limitar el abuso de los fabricantes y distribuidores de fórmulas infantiles, orientar a la población con información de calidad, capacitar a los futuros médicos, pediatras, nutriólogos, enfermeros, favorecer la disponibilidad de lactarios en las oficinas y empresas, otorgar incentivos para quienes dispongan de estos".

No quieren amamantar

Algunas madres de bebés recién nacidos dicen que no recibieron asesoría alguna sobre la importancia de amamantar al niño luego de dar a luz y se quejan de que las enfermeras, sin permiso de nadie, les daban comida de fórmula a sus bebés en los hospitales.

Además, la mitad de los nacimientos son con cesárea y a las madres les cuesta amamantar a sus hijos en los primeros días.

Al no haber una campaña firme del gobierno promoviendo la importancia de amamantar al bebé, surgen los mitos: se dice que los senos caídos no generan lecha saludable o que los niños se malcrían si se los amamanta. Los pediatras cuentan que las mujeres les dicen que no quieren amamantar para que no se les caigan los senos.

"En México, amamantar no es la norma", dijo Chessa Lutter, asesora regional de alimentos y nutrición de la Organización Panamericana de la Salud. "En las calles de Ciudad de México seguramente vas a ver más mujeres dándole a sus bebés leche embotellada que leche materna".

Los sectores que promueven el uso de leche materna dicen que la culpa de todo la tienen las grandes empresas que producen comida de fórmula. Afirman que llenan de regalos a los médicos para que ellos ofrezcan comida de fórmula a los bebés.

Elia Rangel, madre de una niña de nueve meses, Samantha, contó que un médico de familia le dijo que no amamantase a la pequeña pasados los seis meses.

"No hay información actualizada", afirmó la mujer. "Me tocó un doctor en el seguro social que me decía cuántos meses tienes. La llevé cuando tenía siete meses. Me dijo que la leche materna ya no sirve, (que) hasta le va a hacer daño. Y yo `caray, de dónde sacó esa información'".

Hasta el IMSS

El gobierno dice que desalienta el uso innecesario de comida de fórmula, pero el propio Instituto Mexicano del Seguro Social, cuyo logotipo muestra una mujer amamantando, ofrece fórmula a las madres, incluso si no hay una necesidad médica, si las mujeres presentan una nota de un médico.

Ya en 1993 un estudio dijo que el país tenía que revisar esa política por los altos costos económicos y en el plano de la salud. El gobierno sigue pagando más de 35 millones de dólares anuales por latas de comida de fórmula de la empresa suiza Nestle, que recibe más del 96% del dinero público que se gasta en comida de fórmula.

Nestle y Mead Johnson, de Estados Unidos, son las dos principales compañías de comida de fórmula para bebés que operan en México. Emitieron declaraciones en las que dicen que apoyan los códigos de la OMS para los sustitutos de la leche materna y que cumplen con las leyes. Indicaron que no hacen publicidad de comida para niños menores de un año ni alientan a las mujeres a que dejen de amamantar.

Nestle afirmó que "no le da muestras gratis de comida de fórmula a los hospitales".

Chris Perille, portavoz de Mead Johnson, dijo que la empresa le comenta a los profesionales del campo de la salud los beneficios de sus productos pero no viola ley alguna.

"Nuestro trabajo con estos expertos se hace de acuerdo a los más altos estándares de ética e integridad, y en cumplimiento de todas las leyes aplicables, los requisitos profesionales y los lineamientos de la industria", manifestó Perille en un comunicado.

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