Agencias
HERMOSILLO, Son.- Unos 10 mil vehículos participaron el lunes por la tarde en la tercera protesta del movimiento de "Los mal nacidos", que buscan la derogación del impuesto por la tenencia vehicular, aprobado por el Congreso de Sonora, según publica Milenio.

"Los mal nacidos" surgió luego de que el gobernador Guillermo Padrés, criticara a quienes promueven un boicot a la Serie del Caribe, evento que reúne a equipos de béisbol de Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y México.

"No es de sonorenses bien nacidos frenar el desarrollo del estado", dijo en esa ocasión el gobernador, quien además advirtió que no cedería a las presiones que buscan derogar el nuevo impuesto.

La caravana partió al filo de las 15:00 horas desde la plaza "Emiliana de Zubeldia", con destino a la zona Puerta Oeste, el lugar donde el 1 de febrero, en el nuevo estadio de béisbol, será puesta en marcha la "Serie del Caribe".

Los vehículos ocuparon los tres carriles del bulevar "Luis Donaldo Colosio" y, una hora después de la llegada de los primeros autos aún seguían arribando unidades.

Los cabecillas del movimiento en contra del impuesto de la tenencia montaron en autos bocinas para difundir un discurso del Guillermo Padrés, cuando este disputó en 2012 la gubernatura que, finalmente, le arrebató al PRI con las siglas del PAN.

En ese discurso, el entonces candidato prometía que, de llegar al gobierno, en su administración no habría alza ni nuevos impuestos.

Los integrantes del movimiento que se ha extendido por otras ciudades del estado han llamado "mentiroso" al gobernador de Sonora.

Además, advirtieron que podrían boicotear la Serie del Caribe, evento que generará ingresos extraordinarios a los prestadores de servicios turísticos en esta capital.

Recurso del veto

Los diputados del Congreso que aprobaron el 17 de diciembre el paquete fiscal para 2013 del Poder Ejecutivo, sacaron la semana pasada un dictamen para promover en el pleno la derogación del impuesto por tenencia vehicular.

Pero el gobernador Padrés adelantó que en caso de que la legislatura derogara el impuesto, él acudiría a la facultad de veto que le otorga la ley.

El mandatario insiste que sin ese impuesto su administración tendría que cancelar programas sociales y obras de infraestructura hidráulicas y para el desarrollo de los 72 municipios del estado.