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méxico, D.F.- Al resaltar que el naciente Instituto Nacional Electoral (INE) no deberá retroceder “ni un ápice” a lo conquistado por el IFE, la presidenta en turno, María Marván Laborde confió en que la aprobación de las leyes secundarias de la reforma político-electoral logren el consenso de todas las fuerzas políticas.

Las nuevas autoridades electorales deberán asumir el compromiso de proteger el ejercicio pleno de la soberanía popular a través del voto ciudadano, “nada más pero nada menos”, dijo al asumir por segunda ocasión la titularidad del Instituto Federal Electoral (IFE).

En este marco, informó que en breve presentarán a los legisladores su opinión técnica basada en la experiencia con que cuenta el organismo, en torno a las propuestas de leyes secundarias que presentaron los partidos políticos.

“El final de una época está cerca, concluirá su vida el IFE y habrá de nacer el INE, el reto no es pequeño, la nueva institución no podrá retroceder un ápice de lo conquistado; la construcción de la democracia electoral es la suma de esfuerzo de generaciones que todos debemos honrar”, destacó.

Marván Laborde consideró que México debe avanzar en la instauración de una nueva hegemonía; la hegemonía de la democracia electoral, que abreva del pluralismo social que da vida a los partidos políticos y se expresa en las urnas.

En su discurso ante el pleno del Consejo General, señaló que sin el funcionamiento armónico de la mesa de consejeros, habría sido sumamente complicado mantener la gobernabilidad del IFE; “con cierto desenfado todos hemos reconocido la presidencia de los demás”.

Reconoció que la mesa de consejeros es el “epicentro” de la vida colegiada del IFE, por lo que hizo votos porque esta forma de trabajo sea una herencia replicable para el próximo cuerpo de consejeros, con independencia de quienes lleguen.

De cara a lo que calificó como inminente “extinción” del IFE, destacó que pese a las circunstancias en las que trabajó el instituto en los últimos cinco meses luego de la salida de cuatro de sus integrantes y la renuncia, en febrero de 2013, del consejero Sergio García Ramírez, nunca detuvo su marcha.

Ante ello, consideró indispensable planear un cierre administrativo ordenado; “hay que dejar cuentas claras del patrimonio institucional: recursos humanos, materiales y financieros serán trasladados con toda transparencia”.

La también aspirante a integrar al naciente INE dijo, al inicio de su mensaje, que “el final de este periodo tan extraordinario como peculiar es inminente. La Constitución nos asegura que en pocos días tendremos a los once consejeros y consejeras del nuevo INE”.

Es así que con su nombramiento concluirá la presidencia provisional, pero mucho más importante devendrá la extinción del IFE, planteó.

Recordó que el objetivo de la presidencia provisional y rotativa se basó en la premisa de que “el IFE era, el IFE es demasiado importante para la democracia mexicana como para ponerlo en riesgo por intereses o vanidades personales”.

La presidenta provisional indicó que “cualquier desavenencia (en el IFE) podía ponernos en una situación de parálisis institucional. Las circunstancias nos obligaron a trabajar de manera colegiada, formando un verdadero equipo”.

Dijo que el esquema de presidencias rotativas, “funcionó bien. El instituto no detuvo su marcha, hizo las tareas que por ministerio de ley le son encomendadas y además, los retos que la reforma electoral plantea al futuro democrático”.

En materia de quejas y resoluciones, informó que se logró abatir el rezago y actualmente se han emitido 181 resoluciones y acuerdos a igual número de procedimientos ordinarios sancionadores y sólo quedan pendientes 46 quejas de resolver.